A pesar de que nada puede suplir a una madre biológica, este grupo de animales se esfuerza por hacer lo mejor de su parte.
Cuando el bebé de un animal salvaje pierde a su madre, lo más probable es que muera, presa de otro animal más grande, por imposibilidad para alimentarse, frío u otras causas naturales. Eso es lo que probablemente le hubiese ocurrido a Dinozzo, un zorro que quedó huérfano a los pocos días de nacido, cuando su madre fue atropellada en una carretera de Oberscheld, Alemania, si es que el destino no hubiese intervenido.
¡Y qué gran vuelco del destino! Este pequeño fue encontrado al lado del camino por Werner y Angelika Schmaing, un matrimonio que vive en un campo de la zona y que dadas las circunstancias, decidió llevarlo al veterinario. En el lugar lo encontraron bastante desnutrido y resfriado, por lo que la pareja, decidió llevarlo a casa hasta que se recuperara.
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Y es aquí donde ocurrió lo más inesperado. Ziva, una collie de hermoso pelo blanco y marrón que vive en la casa, decidió tomar una postura maternal sobre el zorrito. Puede deberse a la similitud del pequeño con un cachorro de perro, su ternura, fragilidad o quién sabe… la cosa es que lo adoptó y lo cuida como si fuera propio.
Una pareja adorable, a la que se le suman un gato llamado Leopold y dos cerditos, que según los dueños de casa, son absolutamente inseparables, sin pensar en las diferencias de raza, color o tamaño.
Ve la galería de fotos a continuación para que sepas más de esta especial familia.