Amigos tan fieles como los perros… pocos.
Hay pocos lazos tan fuertes e inquebrantables como el que se puede crear con un perro. Ellos están dispuestos a hacer lo que sea con tal de mantenernos felices. Nos darán cariño en exceso, siempre están pendientes de posibles amenazas, son capaces de defendernos si es que alguien intenta atacarnos, nos admiran e incluso están dispuestos a dar su vida por nosotros. La historia a continuación, original de la página web The Dodo, es otro maravilloso ejemplo de su entrega total.
Una tarde tranquila en Indianapolis, Estados Unidos, Raja, un perro pitbull de 2 años, se puso a ladrar. Su dueña, Jennifer Green estaba trabajando en el sótano de la casa y al ver a su compañero cada vez más alarmista, entrando y saliendo de la habitación e incluso apoyándose sobre ella, es que decidió ir a ver qué sucedía. Subió las escaleras y la situación era peor de lo que podría haber imaginado. El porche estaba en llamas.
Con la ayuda del perro, Jennifer pudo escapar a través del garage, y sin una razón clara, este se devolvió al sótano para quedarse ahí. Por suerte, a los pocos minutos llegaron los bomberos de Indianapolis, sacaron a Raja y en 25 minutos lograron extinguir el fuego.
La mujer admitió que la noche anterior habían hecho una fogata y que las cenizas las había tirado dentro de un bote de basura de plástico que se encontraba en el porche trasero. El Departamento de Bomberos recalcó que es la segunda vez en la semana que se inicia un incendio a causa de cenizas mal apagadas y recomendó taparlas con tierra para sofocarlas, y además ponerlas siempre lejos de las casas para evitar posibles accidentes.
Los daños estructurales y en bienes se estiman en 160 mil dólares, pero por fortuna la familia cuenta con seguro. No es menor agregar que nadie salió herido y que ni el marido ni los hijos de Green se encontraban en la casa, lo que fue un gran punto a favor en las maniobras de rescate de Raja, quién podría haber intentado sacarlos a todos, como el gran héroe que es.