Crecer con un perro en casa es algo impagable.
Los perros son unos seres capaces de hacernos vivir momentos maravillosos y que sólo quieren a cambio nuestra atención y amor. Todo funciona a la perfección con ellos hasta el momento en que otro ser, cercano a ti, se interpone entre esa línea imaginaria que los une (perro/dueño). Son celosos y no hay nada que hacer para cambiarlo.
Así, te tocará pasar muchas vergüenzas por los mordiscos que le dará a tu novio cuando vean una película abrazados, por el hecho de que le ladrará hasta el cansancio a todos los carteros, repartidores de pizza, jardineros, vendedores ambulantes o cualquier cosa que se aparezca en tu puerta, e incluso le mostrará los dientes a tu madre cuando se intente aproximar para despedirse.
Como dije, son celosos y no hay mucho que hacer para cambiarlo, a no ser que llegue un nuevo integrante a casa proveniente de tu barriga o la de tu señora (en caso de que seas hombre) y cambie las cosas. Estoy hablando de un bebé, tan hermoso y puro como para ganar su amor incondicional desde el momento en que sus ojos se posen por primera vez sobre él.
Ve esta tierna selección de fotos de perros con sus pequeños y nuevos compañeros. Te llamará la atención el cuidado con que se les aproximan y el brillo en sus ojos al mirarlos. Realmente hermoso.