Por Romina Bevilacqua
5 octubre, 2014

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Cuando comienza la temporada de festivales y conciertos musicales la tierra tiembla. Y no precisamente por los decibeles de la música. En muchos festivales cientos de fanáticos entusiastas acampan en el lugar o las cercanías listos para fiesta pero cuando termina la diversión dejan carpas, sacos de dormir, vestimenta, comida y bebidas alcohólicas detrás. Todo es enviado al vertedero.

Los festivales musicales son desastres ambientales cuando se trata de la cantidad de basura generada y esto tiene su raíz mayormente en la extraña mentalidad desechable de los que asisten a los festivales al respecto de su equipo de campamento. Se estima que un 80% de la basura generada por festivales musicales proviene de lo que los campistas dejan detrás y la Asociación de Festivales Independientes sugiere que 1 o 2 de cada 6 carpas son dejadas en el sitio. Las usan por una única semana y luego las abandonan, junto con los sacos de dormir, sillas de camping, vestimenta, botas de hule, bebidas alcohólicas que sobraron  y comida.

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Tucker Gumber, autor del blog The Festival Guy, le dijo a L.A. Weekly:

Sasquatch [un festival musical de los Estados Unidos] fue más como ‘El Festival de la Basura.’ Fue horrible. Los terrenos eran tan lindos, pero dentro de ellos no habían suficientes basureros. No habían equipos de limpieza en el sitio y los basureros que estaban justo al lado de mi sitio de campamento no se vaciaron en todo el fin de semana”.

Luego de que en el festival “Isle of Wight” (Isla de la Criatura) en el Reino Unido se dejaran atrás 10.000 carpas en el 2011, algunas personas conscientes del medio ambiente decidieron tomar medidas.  Se inició la campaña llamada “Love Your Tent” (Ama A Tu Carpa) cuyo fin era hacer que “el levantarse y dejar absolutamente todo detrás se convirtiera en algo inaceptable socialmente”.

La campaña se hizo cargo de un solo campamento en el festival y se aseguró de que cada persona que quisiera acampar ahí firmara un acuerdo de código de conducta que incluyera la promesa de llevarse sus cosas de vuelta a casa. Ese primer año, el 2012, fue un éxito. De 1.500 campistas sólo 18 abandonaron sus carpas. Este año,  de las 1.450 personas se quedaron en el campamento de Love Your Tent del festival, ninguno dejó atrás su carpa o basura.

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Desafortunadamente, esto continúa siendo una batalla cuesta arriba. Cuando Love Your Tent encuestó a los alumnos de la Nueva Universidad de Buckinghamshire el año pasado, encontraron que el 60% de los participantes admitieron haber dejado sus carpas en el pasado, incluso habiendo el 86% “reconocido” que la basura tiene un gran impacto sobre el medio ambiente. Un 36% no estaba seguro de que alguna vez cambiaría su forma de actuar y un penoso 35% dijo que su comportamiento definitivamente no cambiaría nunca.

Un gran obstáculo para la disminución de desechos es el costo del equipo de campamento: es tan barato, tanto en calidad como en precio, que nadie le ve el punto a empacar una carpa sucia y llena de lodo para llevarla a casa y usarla de nuevo luego de limpiarla. Los campistas harían un gran bien al invertir en equipo de mejor calidad ya que no podrían  permitirse abandonarlo.

Si bien no hay una solución simple para este desastre de basura, es claro que los organizadores de festivales musicales deben hacerse responsables de lo que sus eventos producen, y exigirles a los campistas que limpien su sitio. También podrían proveer stands para reciclar carpas para aquellos que insisten en no llevarlas de vuelta a casa. Todos podrían, al menos, firmar un acuerdo de código de conducta al comprar los boletos para los eventos, lo cual podría aumentar la consciencia sobre el problema.

Los participantes también podrían decidir no asistir a festivales que tengan este tipo de reputación en cuanto a manejo de desperdicios y apoyar a aquellos con buenas políticas.

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