Cientos de animales mueren a diario por la simple razón de no encontrar quién los adopte.
Chloe tenía apenas 8 días de vida cuando llegó a un refugio animal de Los Angeles, California. Era justo el fin de la jornada y la gatita, que aún no era capaz de abrir sus ojos, necesitaba encontrar un hogar donde pasar la noche o sería puesta bajo el sueño eterno de la eutanasia.
La pequeña había sido encontrada ese mismo día en la calle, sin su madre y en el momento en que le dieron un biberón para que se alimentara, la verdad es que ni siquiera sabía succionar bien. Faltaban tan sólo 20 minutos para cerrar las puertas y los funcionarios que quedaban en el lugar, tuvieron que empezar a hacer llamadas para conseguirle un hogar.
Los minutos pasaban a una velocidad alarmante y cuando la cosa se veía perdida, el centro de rescate Cats At The Studios se convirtió en el héroe de la noche. Fueron por la pequeña y prometieron cuidarla hasta que le encontraran un hogar.
Hoy Chloe está sana y salva, según el artículo original de The Dodo. Ya abrió los ojos, es muy curiosa de todo a su alrededor y disfruta de la compañía de los otros gatos del refugio. El próximo paso es encontrar un hogar, ojalá con otros niños para poder ser traviesa, correr y esconderse en todos los rincones, pero lo más importante, que se trate de una familia buena y llena de amor para entregarle, ya que ella, se lo merece todo.
Aunque parezca aberrante que nadie se haya compadecido por este bebé hasta el último segundo, la verdad es que son cientos los animales domésticos que mueren a diario bajo los efectos de la eutanasia por el simple hecho de no encontrar un hogar. Hay lugares donde la población de perros y gatos casi supera a la de humanos, zonas donde la pobreza impide alimentarlos, y países asiáticos donde incluso se acostumbra comer a estas especies. Los refugios hacen lo que pueden, pero en muchos casos los recursos no son suficientes para darles la atención necesaria y lo más triste, muchos pueden pasar la vida entera y morir, esperando a ser adoptados.
