En un planeta donde se calcula puede haber más de 10 millones de especies, todo puede suceder.
Cuando a los primatólogos Lieven Devreese y Gaël Elie Gnondo Gobolo, escucharon de monos colobo rojo de Bouvier jugando en los árboles, tuvieron que lavarse los oídos, pedir que les repitieran la información, y tras el asombro, empezar a planear una expedición hacia la densa selva del Congo.
Así en febrero, figuraban adentrándose al Parque Nacional Ntokou-Pikounda, con el apoyo logístico de Wildlife Conservation Society (WCS) y guiados por nativos que supuestamente estaban familiarizados con las vocalizaciones y el comportamiento de estos primates. A los días recorriendo esta área protegida de 4.572 kilómetros cuadrados en la República del Congo, el equipo se topó con lo que se consideraba imposible. Un grupo de monos colobo rojo en los bosques pantanosos a lo largo del río Bokiba. “Nuestras fotos son las primeras del mundo y confirman que la especie no se ha extinguido”, dijo Devreese a Eurek alert.
Desde 1970 que no había registros de este primate y por lo mismo se creía extinto. Su nombre científico es Piliocolobus bouvieri, es una especie endémica de la República del Congo y fue descrita por primera vez en 1887. Se cree que realmente hay muy pocos especímenes o que son extremadamente esquivos, ya que todo lo que se sabía de ellos era a través de tres especímenes de museo recogidos hace más de 100 años.
“Estamos muy contentos de que Lieven y Gaël fueran capaces de lograr su objetivo. Esto, además de confirmar que siguen existiendo, nos regala una clara imagen en primer plano de una madre y su bebé“, dijo Fiona Maisels, tutora del WCS en un comunicado. Y agregó que los más importante de esta historia, es que están protegidos frente a amenazas como la tala, la agricultura y las carreteras, gracias a vivir dentro del parque nacional.