No me creo que todos estos seres existan.
Había una vez, en un reino muy lejano y rodeado de un majestuoso bosque, un castillo. Dentro de él, vivía una hermosa muchacha de cabello castaño y la piel dorada por el sol. La chica, que en realidad era una princesa, fue robada de su cuna por una bruja, cuando era tan sólo una bebé, debido a los problemas que tenía esta malvada mujer con el rey.
Por unos años, la bruja crió a la niña como si fuese su propia hija, pero su belleza la traicionó, y fueron tantos los celos por su porte, figura estilizada, los ojos brillantes y la voz celestial que atraía a todos los animales del bosque, que decidió quitarle las lindas ropas y convertirla en una empleada. La princesa, que pasaba todo el día fregando el piso y limpiando las ventanas en completa soledad, tenía como única distracción el sentarse al borde de un pozo, para mirar las estrellas, sus reflejos en el agua, y soñar con todas las maravillas que se encontraban cruzando los muros del castillo.
Ya se imaginarán lo que viene a continuación. Un sapo gordo y lleno de verrugas salió del pozo, convenció a la princesa para que lo besara, y cuando sus labios color carmesí lo tocaron, se convirtió, en menos de un chasquido, en un guapo chico del que se enamoró inmediatamente, con el que escapó y recorrió el mundo.
Una maravillosa historia con final feliz, pero que nunca lograría convencerme de besar a ni uno de estos sapos. Ve la lista a continuación y saca tus propias conclusiones.