Luego de romper el cascarón, en diversas playas de todo el mundo cientos e incluso miles de tortugas se preparan para un épico viaje en el fondo del mar. Pero cuando llega el momento de poner fin a esta extensa migración y encontrar una pareja para aparearse y poner sus propios huevos, de alguna forma estas tortugas logran encontrar la misma playa donde nacieron.
Para muchos esta asombrosa capacidad de las tortugas para volver a su hogar ha sido por años un intrigante misterio, pero ahora un nuevo estudio sobre las tortugas caguamas ha descifrado esta habilidad especial y el resultado es impresionante. Los científicos saben que las tortugas, al igual que otros animales como las focas, navegan los mares gracias a las líneas invisibles de los campos magnéticos, muy similar a la forma en que los marineros utilizan la latitud y la longitud. Pero ahora encontraron algo más: pueden volver al lugar exacto en el que nacieron en una particular isla o playa, gracias a que cada parte de las costas tiene sus propios campos magnéticos, algo que los animales recuerdan y que luego utilizan como una brújula interna.
Sin embargo no es un viaje fácil. Los campos magnéticos cambian con lentitud y las tortugas deben cambiar los sitios donde ponen los huevos, todo esto según el estudio publicado el 15 de enero en Current Biology. “Es fascinante como estas criaturas logran encontrar el camino a casa en medio de la nada”, comentó el co-autor del estudio J. Roger Brothers, un estudiante de posgrado de biología de la Universidad de Carolina del Norte.
Perdidos y Encontrados
Estas tortugas carnívoras, las cuales pesan alrededor de 113 kilos, pueden navegar incluso por las aguas más heladas de los océanos. A pesar de que tienen cientos de kilómetros a su disposición en el mar, las caguamas parecen preferir los hábitats de las costas, y son las especies de tortugas marinas más comunes en las aguas de Estados Unidos.
Todos los años, miles de voluntarios caminan a lo largo de las playas de Florida para contar los nidos de estas tortugas, información que les da a los científicos una noción importante sobre la población. Al mismo tiempo, los investigadores han estado notando cambios sutiles en el campo magnético de la Tierra en las costas de Florida, usando brújulas para medir como la fuerza de los campos y otras propiedades han cambiado a lo largo del tiempo.
Por lo tanto, si las tortugas caguamas realmente usan el campo magnético de la Tierra para volver a las playas en las cuales nacieron, entonces los cambios en el campo magnético debiesen producir cambios en los lugares que las tortugas escogen para construir sus nidos. Brothers y sus colegas combinaron la información de los nidos de tortugas con información oficial sobre los cambios en los campos magnéticos para crear un mapa dinámico que mostraba como cada variable cambiaba a lo largo del tiempo. Los resultados apoyaban su hipótesis: Los nidos de las tortugas se movían a la par con los movimientos en los campos magnéticos.
Interferencias
“La importancia de este estudio es que utiliza una medida diferente con respecto a la importancia de la navegación magnética al tomar en cuenta los movimientos de las tortugas. Es algo que no había sido hecho previamente y es un trabajo increíble”, comentó Peter Meylan, biólogo marino del Eckerd College en Florida quien no estuvo involucrado en el estudio.
Nathan Putman, biólogo del Centro de Ciencias de la Pescadería de la Administración Atmosférica y Oceánica Nacional añadió: “Es un trabajo realmente creativo, es algo que te hace pensar ‘¿Cómo no se me ocurrió antes?’”. Los resultados también podrían influenciar las estrategias de conservación de estos reptiles en peligro de extinción, explicó Brothers. Por ahora por ejemplo, una estrategia para proteger a la especie es la que están haciendo diversos conservacionistas, que rodean los nidos con pequeñas jaulas. Debido a que usualmente estas jaulas son metálicas, dicha práctica podría interferir con la habilidad que tienen las tortugas para encontrar el camino a casa.
Esta especie ha disminuido en número debido a la contaminación, la pesca de camarones y el desarrollo de las áreas donde tienen sus nidos, entre otros factores.
Visto en: National Geographic