Cómo cultivar Stevia: una planta de múltiples beneficios para la salud

La Stevia se ha vuelto una planta muy popular en los últimos años sobre todo debido a sus propiedades como endulzante natural sin calorías que llega a ser hasta 300 veces más dulce que la sacarosa. Esta planta es originaria de Paraguay, donde habita en un ambiente subtropical y ha sido cultivada durante siglos por las tribus Guaraníes de Paraguay y Brasil por sus beneficios para la salud, que van más allá de su rol como endulzante.

Algunos de los fines medicinales para los que se ha utilizado la Stevia rebaudiana incluyen la regulación de la glicemia e hipertención, donde se trataba con un té hecho de esta planta administrado por 30 días al paciente. También se ha utilizado en el tratamiento de alteraciones en la piel y la prevención de caries, para facilitar la digestión y funciones gastrointestinales, para la reducción del azúcar en la sangre y el control de la ansiedad y diabetes. La dosis que muchos utilizan para observar los efectos beneficiosos de la Stevia son: 4 hojas tiernas ingeridas directamente antes o durante el desayuno y 4 hojas o más antes o durante la cena.

Cómo cultivar Stevia

1. Hay que llenar la maceta con turba adobada, que se puede encontrar en cualquier vivero y regarla hasta que quede bien empapada.

2. Corta los 10 cm finales de un brote de Stevia de unos 20 cm de alto (asegurarse que no acaba en flor). De estos 10 cm de tallo quita las 2 a 3 hojas de la parte de abajo, para facilitar su entierro en la turba, presionando bien fuerte con los dedos alrededor del tallo par que haga contacto con la turba húmeda. No dejes pasar mucho tiempo desde que se corta y hasta que se planta el brote. Mejor corta y planta inmediatamente o manténlas en agua como si fuesen flores cortadas.

3. Deposita la maceta en un lugar sombreado, para evitar que el sol impida el enraizamiento y riégalo 3 veces al día (por la mañana, a medio día y por la tarde).
Observación: Cuando se dice “poner una planta recién plantada en un lugar sombreado”, significa ponerla siempre en un invernadero o al aire libre en un lugar en que no le de el sol directamente en ningún momento. Si es al aire libre, ponla en un lugar resguardado del viento para evitar la deshidratación excesiva. Un lugar sombreado no quiere decir el interior de una habitación o un almacén oscuro.4. A los 28-30 días el brote de Stevia comenzará a ponerse derecho y cuando se observe que alguna hoja nueva empieza a salir, ya se puede poner en una zona con más sol, donde ya no parará de crecer. Cuando el brote transplantado comienza a sacar hojas nuevas, deja de regar 3 veces al día y riégalo sólo una vez, al principio del día.
Durante el verano, es necesario regar todos los días, pero en primavera y otoño, espera para regar cuando la tierra no dé la sensación de humedad al entrar en contacto con la mano. Durante el invierno, al estar la planta parada, riégala muy poco para evitar que se pudran las raíces, ya que de ellas han de volver a brotar nuevas plantas durante la primavera.5. Al cabo de dos meses de haber replicado o transplantado el brote sin raíces a la maceta, transplantar por segunda vez al lugar definitivo, que puede ser al aire libre, en el suelo de un jardín, huerto o campo de cultivo, dentro de un invernadero o a una maceta bastante grande, para facilitar el máximo crecimiento de la planta.

El invernadero permite avanzar la producción unas semanas en primavera y retardar la decadencia en el otoño. En los meses más fuertes del verano, el invernadero se puede sombrear un poco para evitar el calor excesivo y simular el clima tropical del que es originaria la Stevia. A pesar de todo, al aire libre se desarrolla muy bien.

6. Cuando se llega al final del otoño y notamos que la planta ya no tiene ganas de crecer y se llena de flores, es el momento de recortarla, dejándola a 10 cm de altura y aprovechando para secar las hojas que aún quedan.

7. Para secar las hojas durante el verano de modo correcto, procura que no les dé el sol directamente, con el fin de preservar todas las propiedades medicinales. Las hojas de última hora, cuando se poda la planta para pasar al invierno, es inevitable secarlas al sol, aunque en pequeñas cantidades, se pueden secar en el interior de la vivienda donde habrá mejor temperatura.

Abono

Es una planta poco exigente. Con el abono orgánico no hay problema en pasarse con la dosis, pero en el abono mineral o químico, hay que vigilar no añadir en exceso, porque la planta se resiente mucho e incluso puede colapsar y morir.

El abono mineral o químico, se ha de comenzar a aplicar a los dos meses del transplantado, poco pero a menudo (cada 30 días). El abono mineral, tiene que llevar más potasio que fósforo y nitrógeno y estar enriquecido con microelementos. Con un buen abono orgánico, es suficiente una aplicación al año al inicio de la primavera si la planta está plantada en el suelo. Pero si está en maceta, añade un 20% más de turba.

Tratamientos

La Stevia es una planta muy resistente a los insectos y los hongos, si no se abusa del riego y los abonos químicos nitrogenados. En caso que se observe algún pulgón o mosca blanca, se recomienda hacer tratamientos con extractos de ajo, aceites de Nem u otros productos autorizados por la Agricultura Ecológica. Si se observa a alguna oruga, no es necesario aplicar ningún tratamiento, excepto cuando el ataque es muy fuerte, caso en que se recomienda tratar con preparados hechos con Bacillus thuringiensis (es un insecticida ecológico que no requiere plazos de seguridad).

Con estos tratamientos nos aseguramos una recolección de hojas sin toxinas, permitiendo obtener todas las propiedades medicinales que la planta contiene.

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