Por Romina Bevilacqua
10 enero, 2015

Un nuevo estudio publicado en la revista científica llamada “Proceedings of the National Academy of Sciences”, señala que el cuerpo ve a las carnes rojas como un invasor externo que debe ser eliminado. Los autores de la investigación, científicos de la Universidad de California, descubrieron que el cuerpo humano ve las carnes rojas como un invasor externo, provocando la emisión de una reacción inmunitaria tóxica que produce cáncer.

Durante décadas se han vinculado las carnes rojas con el cáncer, luego de varias investigaciones realizadas que sugieren que comer grandes cantidades de carne de cerdo, vacuno o cordero aumenta el riesgo de desarrollar tumores malignos y mortales. Sin embargo, por primera vez los científicos creen saber la causa de esto. 

Los investigadores siempre se han cuestionado cómo los otros mamíferos pueden tener una alimentación basada en una dieta alta en carnes rojas sin tener ninguna consecuencia adversa para la salud. Ahora se ha descubierto que el cerdo, el vacuno y el cordero contienen un azúcar que se produce naturalmente por otros seres carnívoros pero no por el ser humano. Esto significa que cuando los seres humanos comen carnes rojas, se gatilla una respuesta inmunitaria en el cuerpo hacia esta azúcar externa, produciendo anticuerpos que a su vez generan inflamación y eventualmente cáncer.

Red-Meat

En otros carnívoros, el sistema inmunológico no se activa dado que esta azúcar, llamada Neu5Gc, ya se encuentra en el cuerpo. Científicos de la Universidad de California comprobaron que los ratones que se encontraban genéticamente alterados para no producir esta azúcar desarrollaron tumores al momento de ingerirla. “Esta es la primera vez que hemos demostrado directamente que la imitación exacta de la situación en humanos aumenta las probabilidades en ratones de desarrollar cánceres de manera espontánea”, dice el Doctor Ajit Varki, profesor de Medicina y Medicina Celular y Molecular de la Universidad de California. “La prueba final de esto en los humanos será mucho más difícil de observar”, agrega.

“Esta investigación podría también explicar las potenciales conexiones entre el consumo de carnes rojas y otras enfermedades agravadas por inflamación crónica, como ateroesclerosis y diabetes tipo 2. Por supuesto, comer cantidades moderadas de carnes rojas puede convertirse en una buena fuente nutritiva para los jóvenes. Esperamos que nuestro trabajo lidere eventualmente la ruta hacia soluciones prácticas para este paradigma”, añade.

Las carnes rojas son una excelente fuente de proteínas, vitaminas y minerales, aunque existen varias investigaciones que sugieren que su consumo excesivo puede ser dañino para la salud a largo plazo. Los expertos en salud recomiendan no comer más de 70 gramos por día, que es el equivalente a tres rodajas de jamón, una chuleta de cordero o dos rodajas de roast beef al día.

Un estudio publicado por la Universidad de Harvard en junio de 2014 indicó que una dieta alta en carnes rojas aumentaba el riesgo de tener cáncer de mamas en las mujeres en un 22%. El 2005, otro estudio descubrió que las personas que comían regularmente 160 gramos de carnes rojas por día tenían un tercio más de posibilidades de tener cáncer de intestino.

Visto en: Telegraph