Por Catalina Vásquez
26 marzo, 2015

Este pequeño con cara de oso de peluche fue el dolor de cabeza de los científicos por años.

Se necesitaron más de 20 años para comprobar el mito del Ili pika. Un pequeño mamífero, con una adorable cara de oso de peluche, que fue visto accidentalmente por primera vez en 1983, en las montañas de Tianshan, en el noroeste de China. Desde ahí se han realizado varias excursiones para encontrarlo y poder estudiarlo, pero parece ser que estos pequeños son tan a los humanos, como para sólo haberse dejado ver en unas cuantas ocasiones.

Es por eso que Weidong Li, quién coincidentemente fue el descubridor de la especie, decidió tomar las riendas del asunto y organizar un grupo de excursión e investigación, durante el verano del 2014,  para poder obtener datos más concretos.

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Así, este obsesionado científico del Instituto de Ecología y Geografía de Xinjiang, fue a la montaña y al medio día, mientras montaban las cámaras trampa, obtuvo su tan esperada recompensa. Un tierno y muy curioso pika salió de un hueco entre las rocas cerca de un acantilado y aprovecharon de tomarle unas fotos. “Estaban muy emocionados”, recuerda Tatsuya Shin, naturalista de China que trabaja con los descubridores de los pika.

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Esto es un verdadero hito en la historia de Weidong Li, ya que en 1983, el gobierno chino lo envió a estas montañas para estudiar los recursos naturales y ciertas enfermedades infecciosas. Pero terminó descubriendo algo mucho más interesante. Un animal que  medía cerca de 20 centímetros de largo, tenía orejas grandes y varios puntos pequeños de color marrón en su piel gris. Algo absolutamente desconocido para él, por lo que decidió capturarlo y llevarlo con un científico de la Academia de Ciencias china. Recién tras un tercer viaje a la montaña, este hombre pudo capturar más ejemplares y la ciencia confirmar que se trataba de una nueva especie.

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El Ili pika vive a grandes alturas, por sobre los 2800 a 4100 metros y subsiste gracias a pastos y otras plantas de montaña. Sin embargo, el ser originarios de estos territorios tan hostiles, no los convierten en unos pequeños todo terreno, muy por el contrario… Debido al pastoreo de ganado y la contaminación del aire, es que su población ha disminuido considerablemente. E incluso han sido clasificados por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), como una especie “vulnerable a la extinción”.

Visto en Bored panda