Nunca imaginé que los camaleones bebé podrían ser tan adorables.
En Canvas Chameleon, una tienda de mascotas en Pensilvania, Estados Unidos, un pequeño camaleón pantera (Furcifer pardalis) tenía a todos sus hermanos expectantes porque no quería salir del cascarón para conocerlos. De este hecho se percató Nick Henn, uno de los cuidadores de la tienda y decidió ayudarlo a salir, pensando que el reptil tenía problemas con la eclosión y por consiguiente moriría.
Y es justo aquí, cuando la historia se pone aún más adorable. El pequeño nunca se percató de que lo habían sacado del huevo, de que era distinta la luz o de que tenía mucho más espacio. Él, simplemente se mantuvo doblado en dos, con los ojos cerrados, la cola acariciándole la mejilla y bueno, como si siguiese dentro de ese pequeño huevo que lo protegió por toda su vida.
Generalmente los reptiles y aves no necesitan ayuda para salir, pero este no fue el caso, ya que el “pip” (momento en que se produce una primera grieta en el cascarón), no fue justo sobre su cabeza, sino que más bien por el lado de la cola. Y es por esto, que el pequeño nunca se hubiese dado cuenta de que había llegado la hora de empujar y romper con los dientes para salir.
¿Qué te parece en esta versión incómodamente cómoda?