Por Catalina Vásquez
13 julio, 2015

Le ordenaron dispararles, pero él hizo lo que creyó correcto.

El pasado 5 de julio, una llamada telefónica desencadenó toda una sucesión de hechos lamentables y bastante insólitos. Se trataba del dueño de una casa rodante en Port Hardy, en el norte de isla Victoria, Canadá, que informó sobre una hembra de oso negro y sus dos crías, que asaltaban frecuentemente el refrigerador donde guardaba salmón y carne de ciervo. Al lugar llegaron agentes del departamento de Conservación de la Naturaleza y bomberos, los que terminaron con el “problema” en segundos, al disparar un dardo letal contra la osa. Sin embargo, lo que sucedería a continuación, es lo realmente interesante. Bryce Casavant, uno de los bomberos a cargo, tras este acto lamentable se negó a disparar a los oseznos, y finalmente consiguió meterlos en jaulas de seguridad, para su traslado al centro de recuperación de la Asociación de Recuperación de Vida Silvestre de Isla Norte en Errington, Vancouver.

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Un acto de compasión que merecía aplausos, pero que muy por el contrario, le significaron una suspensión de sueldo e incluso la posibilidad de ser despedido de su trabajo, por no cumplir las órdenes. De todas formas, hubo muchos que se dieron cuenta de que se trataba de una injusticia, y así, la Asociación de Recuperación de Vida Silvestre de Isla Norte, escribió una carta para defenderlo que fue difundida internacionalmente a través de la plataforma Change.org. En menos de una semana, del 7 al 12 de julio, casi 200.000 personas habían firmado la carta dirigida a la ministra de Medio Ambiente de Canadá, Mary Polak, pidiendo que se le retirara la suspensión de sueldo. 

Incluso personas del mundo del espectáculo dieron su apoyo al bomberos. Este es el comentario que Ricky Gervais, el destacado actor y comediante británico publicó en su cuenta de Twitter:

Bryce Casavant, el oficial de conservación fue suspendido por rehusarse a matar a dos oseznos. Reinserten a este hombre honorable a su trabajo.

A B. C. oficial de conservación fue suspendido sin paga por rehusarse a matar a dos oseznos, después de que su madre fue asesinada por asaltar frecuentemente un refrigerador lleno de carne.

Finalmente se consiguió el objetivo. Las autoridades retiraron la sanción provisional sobre el sueldo de este bombero de buen corazón, aunque se mantiene la investigación sobre su supuesta infracción. Por su parte Jordania y Atenea, los oseznos de 2 meses, ahora huérfanos, permanecerán en centro de recuperación hasta que sean lo suficientemente fuertes e independientes como para ser liberados.