Con frecuencia, dueños de casa y jardineros mantienen una guerra en sus céspedes y jardines contra las plantas que crecen de forma silvestre; a las que comúnmente llamamos maleza o mala hierba.
Cuando compramos y plantamos paquetes de flores comunes, vegetales o hierbas, nos preocupamos de ellos para que germinen y crezcan y estamos orgullosos de nuestras habilidades para la jardinería, pero cuando se trata de malezas, no queremos que estén en nuestro jardín y cultivos porque básicamente las consideramos “intrusos” que no sirven para nada. Al parecer, estábamos equivocados.
Algunas de estas malas hierbas de hecho, son comestibles y nutritivas, así que son tan útiles como la menta, romero y albahaca que tienes plantados en tu huerto. ¿Y lo mejor? Son gratuitas. Aquí están algunas de las hierbas de jardín más comunes que pueden utilizarse para las comidas y la medicina:
1. Diente de León
El diente de León tiene mala reputación entre aquellos a los que les gusta mantener su césped sea tan uniforme como un campo de golf, pero cada parte de esta hierba es comestible. Son sabrosas tanto crudas como cocidas, desde las raíces hasta las flores. Las hojas del diente de León se pueden cosechar en cualquier momento en la temporada de crecimiento.
Las hojas pequeñas tienen un sabor menos amargo que las hojas de un tamaño mayor, sin embargo estas hojas más grandes se pueden comer especialmente como una adición a una ensalada verde. Pero si las hojas crudas no te apetecen, también se pueden cocinar al vapor o puedes añadirlas a un sofrito o incluso una sopa, ya que puede que el sabor amargo baje. Las flores son dulces, crujientes, pueden comerse crudas, empanizadas, fritas e incluso utilizarlas para elaborar vino de diente de León. La raíz del diente de León puede ser secada y tostada para utilizada como sustituto del café o añadida a cualquier receta que requiera tubérculos.
2. Verdolaga
La verdolaga puede encontrarse a menudo en jardines húmedos y zonas umbrías, donde se encuentra cerca de la tierra y casi siempre pasa desapercibida. Esta es una humilde hierba de jardín, sin embargo contiene importantes nutrientes. Se dice que aporta más omega-3 y ácidos grasos que cualquier otro vegetal frondoso y puede ser una gran adición a una ensalada o salteados o utilizado para espesar sopas o estofados. La verdolaga es suculenta, tiene una textura crujiente y las hojas y tallos pueden ser ingeridas crudas o cocidas para agregar un sabor picante a cualquier plato.
3. Trébol
Más allá de la caza ocasional del trébol de cuatro hojas esta hierba común pasa desapercibida en el césped, pero es un alimento muy importante para las abejas y abejorros. Las flores y hojas del trébol pueden utilizarse para añadir variedad a las comidas. Una pequeña cantidad de hojas de trébol crudo pueden ser picados en ensaladas o salteados y agregados a platos para un acento verde; y las flores, sean rojas o blancas, pueden comerse crudas o cocidas, incluso secas para el té.
4. Cuarto de cordero
Los brotes inmaduros y hojas del cuarto de cordero (también conocido como pata de gallo) pueden comerse crudas en cualquier plato de verduras, también pueden saltearse o cocinarse al vapor para utilizarlas en cualquier plato con espinaca. Las semillas de los cuartos de cordero se asemejan a la quinua, estas también se pueden cosechar y utilizar en las comidas, aunque se necesita mucha paciencia para reunir lo suficiente.
5. Llantén
Esta común hierba de césped no es solo una gran planta medicinal que puede ser utilizada para aliviar quemaduras, picaduras, erupciones cutáneas y heridas, sino que también es una gran hierba comestible. Las hojas jóvenes del llantén se pueden comer crudas, cocidas al vapor, hervidas o salteadas y mientras que las hojas más viejas pueden ser un poco difíciles, estas también se pueden cocinar. Las semillas del llantén, que se producen en un punto distintivo de la flor, se pueden cocinar como un grano o molido en la harina, estas están relacionadas con las semillas de psilio, que se venden como un suplemento de fibra y laxante natural.
6. Pamplina
Esta modesta hierba de jardín puede ser cosechada y utilizada como alimento y medicina. Las hojas, tallos y flores de pamplina pueden comerse crudos y cocidos, y tienen un delicado sabor a espinacas. Esta planta también puede utilizarse como un cataplasma para cortes pequeños, quemaduras o erupciones cutáneas y puede agregarse al té como un suave diurético.
7. Malva
La malva también conocida como cheeseweed, debido a la forma de sus vainas de semillas, puede encontrarse en muchos jardines o huertos en los Estados Unidos. Las hojas y las vainas de semillas (también llamadas la ‘fruta’) son ambos comestibles, ya sean crudos o cocidos y como muchas hierbas verdes, suelen ser más tiernas y sabrosas cuando son más pequeñas y menos maduras. Las hojas más maduras pueden usarse como cualquier otra hierba: se pueden cocer al vapor, hervirlas o saltearlas.
8. Amaranto salvaje, quintonil o quelite
Las hojas del amaranto, también conocida como bledo, es otra gran adición a cualquier plato que tenga vegetales de hojas verdes y mientras que las hojas jóvenes son más suaves y sabrosas, las hojas más viejas también pueden ser cocinadas como la espinaca. Las semillas del amaranto salvaje pueden ser reunidas y cocinadas tal como los venden en la tienda, ya sea como un grano integral cocido o como harina molida, toma un poco de tiempo para reunir lo suficiente para añadir a una comida, sin embargo pueden ser una buena fuente gratis de proteína.
9. Lengua de vaca
Las hojas de la lengua de vaca se pueden comer crudas cuando son “jóvenes”, o se pueden cocinar cuando son más viejas y añadirlas a ensaladas o sopa. Los tallos de esta planta se pueden pelar y comer ya sea crudos o cocidos y las semillas maduras se pueden comer hervidas, crudas o tostadas para hacer un sustituto para el café. Las hojas son bastante agrias, debido a su alto contenido de ácido oxálico, por esta razón se recomienda solo comerlas con moderación, también es recomendado cambiar el agua varias veces mientras se cocinan.
[Aviso: Esto no está dirigido como guía. Antes de empezar a comer estas hierbas de su jardín, asegúrese de que las identificó correctamente y que sabe cómo prepararlas. Además si decide comer alguna de estas plantas, consuma únicamente aquellas que sepa que se encuentran libres de químicos –si están en un cultivo industrial probablemente las hayan rociado con algo– y de sustancias no deseadas –como orina de perro o gato–.]