El aullido es una larga y noble tradición para los perros, que data desde su distante pariente: el lobo. Los lobos salvajes aullaban como una forma de GPS y podían localizar a otros miembros de la manada a través de largas y ruidosas llamadas. Aunque los perros domésticos de hoy en día realmente no necesitan hacer ese tipo de llamadas, ocasionalmente vuelven a sus costumbres antiguas y muestran algunas de sus impresionantes vocalizaciones, especialmente cuando escuchan un sonido que parece imitar los aullidos de una manada de lobos.
Aquí hay algunos cachorros que están aprendiendo a sonar como grandes y fortachones lobos… o al menos lo intentan.
1. Si tienes muchas arrugas voluptuosas es fácil llamar la atención, pero un aullido como éste sin duda tiene mejor efecto.
2. De qué estás hablando, ¿un feroz perro de caza no suena así?
3. A veces aullar puede ser intimidante, así que es mejor si tienes a un amigo que te muestre cómo se hace.
4. Está bien aullar a tus juguetes para que acaten las normas y no hagan cosas extrañas.
5. Al final de un largo día de jugar, a veces tienes que relajarte y dejar salir un poderoso aullido.
6. Los aullidos pueden ser una actividad en grupo, ¡si lo haces correctamente!
7. El patio trasero puede ser grande e intimidante, así que siéntete libre de aullar y demostrar quién es el jefe.
8. Los mejores aullidos ocurren frecuentemente cuando no lo estás intentando ¡ni estás despierto!
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