Por Romina Bevilacqua
13 febrero, 2015

#2 Un único estudio demostró relación entre las vacunas y el autismo… Al médico le revocaron la licencia de por vida por alterar los datos. 

La ciencia ha entregado gran evidencia que prueba que la vacunación en la infancia es segura y efectiva. Las autoridades de salud pública mantienen que las vacunas son tan importantes como lo son los cinturones de seguridad a la hora de proteger a nuestros hijos e incluso el presidente de Estados Unidos Barack Obama ha instado a los padres a vacunar a sus hijos. Entonces ¿Cómo es posible que tantos padres estén en contra de vacunar a sus hijos incluso cuando han surgido brotes de enfermedades como el sarampión?

Es complicado, claro. La confianza en el gobierno (o la falta de ella) se ha identificado como la causa principal. Pero muchos padres están en contra de la vacunación simplemente por falta de información. Aquí les presentamos seis argumentos comunes contra la vacunación y la verdad sobre cada uno:

Argumento #1: No hay pruebas de que las vacunas NO causen autismo.

Es difícil probar que no lo hagan. Pero la Academia Estadounidense de Pediatría ha publicado una lista de más de 40 estudios que no han mostrado ninguna relación entre el autismo y la vacunación.

Argumento #2: Un estudio de Inglaterra mostró relación entre las vacunas y el autismo.

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Efectivamente, un estudio publicado en el periódico The Lancet en 1998 encontró un nexo entre ellos. Pero el estudio fue retractado, y se demostró que el médico que condujo esta investigación, Dr. Andrew Wakefield, había manipulado los datos y le fue quitada su licencia como médico.

Argumento #3: Hay muchas historias sobre niños que han desarrollado autismo después de vacunarse.

Pero las historias no son prueba, y no hay razones para creer que las vacunas sean la causa de que los niños se vuelvan autistas. Como lo explican los científicos, la correlación no implica causalidad, a pesar de las conjeturas que hacen muchos padres. Para destacar cuán equivocadas están éstas presunciones, el “bloguero” Jasonp55 publicó una investigación mostrando que la venta de comida orgánica y los diagnósticos de autismo aumentaron al mismo tiempo y de la misma manera. Destacó que a la comida orgánica no se le puede culpar menos que a las vacunas por los índices crecientes de autismo, a pesar de la correlación.

Argumento #4: Nadie debe meterse en mi decisión de no vacunar a mis hijos.

En realidad, los padres que no vacunan a sus hijos pueden estar poniendo en riesgo la salud de otros niños que no pueden vacunarse por ser muy jóvenes o por otras razones (si no lo crees, lee lo que estos padres tienen que decir). Cuando la cantidad de niños no vacunados se eleve por sobre cierto límite, la llamada “inmunidad de la manada” se verá comprometida, y las enfermedades prevenibles encuentran de dónde agarrarse en la comunidad.

Argumento #5: Las vacunas pueden “sobrecargar” el sistema inmune de los niños.

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Esto simplemente no es verdad. Desde que los niños nacen, están expuestos a toda clase de enfermedades virales, por lo que la mayoría de los doctores, e incluso los CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades) y el Instituto de Medicina concuerdan en que el sistema inmunológico de los niños puede manejar los antígenos que estimulan el sistema inmunológico de múltiples vacunas. De hecho, como indicó el doctor Laurel Schultz en un artículo reciente, los niños están más expuestos a antígenos del medioambiente a diario, que con todas las vacunas juntas.

Argumento #6: la inmunidad “natural” es mejor que la artificial de la vacunación.

La llamada inmunidad “natural” es el resultado de la respuesta del cuerpo para luchar contra la enfermedad. Y las investigaciones muestran que la respuesta inmune de las personas que han sido vacunadas contra distintas enfermedades es tan buena como aquellas personas cuya inmunidad proviene de una infección. Pero claro, la inmunidad adquirida a través de la vacunación es preferible porque viene sin una infección potencialmente peligrosa.

Seth Mnookin, Bloguero del Huffpost y autor de “The Panic Virus” contribuyó con este artículo.

Visto en: HuffPost