Con estas recomendaciones prácticas y sencillas de seguir, podrás mantener tus niveles de colesterol a raya.
Cuando nuestros niveles de colesterol están más elevados de lo normal y no dejan de incrementar, los médicos recomiendan hacer ejercicio y ponerse a dieta. Sin embargo, introducir ambos cambios al mismo tiempo puede resultar una tarea difícil para algunas personas. Es por eso que hoy te presentamos algunos consejos que pueden ayudarte a introducir en tu vida una dieta saludable para hacer de ella un hábito, y reducir el colesterol LDL y el colesterol total. Ya verás que no es tan difícil como imaginabas:
1. Consume más frutas y verduras
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Manzanas, fresas, plátanos, ciruelas, zanahorias, calabazas, lechuga, col…Existe una lista interminable de frutas y verduras donde elegir las que más te gusten. No importa cuál sea tu favorita, pues todas contienen numerosos ingredientes, como la fibra, que disminuyen el colesterol.
2. Elige productos integrales
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Los alimentos integrales también son ricos en fibra. Aprende a escoger aquellos alimentos elaborados con harina integral en lugar de harina refinada: pan integral, pasta integral, arroz integral, galletas integrales, etc.
3. No sustituyas el azúcar por grasa
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Algunos productos bajos en grasa pueden tener un alto contenido en azúcar para añadir sabor. Observa la lista de ingredientes de los productos que compras y rechaza cualquier producto que contenga muchos ingredientes acabados en –osa (glucosa, dextrosa…), o mucha azúcar y sirope de maíz.
4. Controla las calorías
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Una cucharada de cualquier tipo de grasa, buena o mala, contiene 100 calorías. Si tu objetivo es reducir tus niveles de colesterol, deberás aprender a controlar el consumo de calorías para no excederte.
5. Más grasas buenas y menos grasas malas
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La mayoría de aceites de origen vegetal, los aceites de cacahuete, los frutos secos, los aguacates y el pescado graso (atún, caballa, salmón…), entre otros, contienen ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados (“grasas buenas”) que ayudan a reducir el colesterol LDL. Inclúyelos en tu dieta. Aunque las grasas saturadas y el colesterol dietético no son exactamente saludables, su consumo en pequeñas cantidades no es nocivo. Controla el consumo de carne roja, vísceras, queso graso y mantequilla. Ten cuidado con los huevos: son una excelente fuente de nutrientes, pero en grandes cantidades resultan perjudiciales.
Evita el consumo de grasas trans. Aprende qué alimentos tienen un alto contenido de grasas trans observando minuciosamiente las etiquetas de los envases. Cuando la lista de ingredientes incluye el término “parcialmente hidrogenado”, significa que el producto contiene este tipo de grasas.
¿Ya está? ¿Tan fácil como eso? Puede resultar difícil de creer, pero estos 5 consejos prácticos y fáciles de aplicar pueden convertirse en el origen de una nueva vida más sana y saludable. Empieza ya y no dejes que el colesterol te domine. ¡Manténlo a raya!
*La portada fue tomada de Pinterest.