Sierra Club ha preparado una lista de los 5 alimentos que ningún ambientalista debiera consumir. Para muchos de ustedes esta lista podría no presentar ninguna novedad, pero sí es un recordatorio importante para muchos de los consumidores que sí se preocupan de las cosas que llevan a su mesa. Algunas comidas, les guste o no, debieran ser evitadas completamente, sin importar cuánto te guste su sabor.
1. Café convencional
Desde un punto de vista ambiental, es muy importante comprar café orgánico y cultivado bajo la sombra. Idealmente que también tenga estándares de Comercio Justo, el cual es muy importante para los productores. Los granos de café deben crecer bajo la sombra, pero hoy en día, muchos productores lo cultivan bajo la luz del sol, con una gran dependencia de pesticidas, herbicidas, fungicidas y fertilizantes. Además, se produce la tala indiscriminada de la selva, destruyendo el hábitat natural de múltiples aves. Busca el sello del lagarto verde de la Alianza de la Selva cuando compres café de grano.
2. Carne de vacuno procesada
“Las hamburguesas baratas son asesinas medioambientales”, dice el Director de Sustentabilidad de la Universidad Centroeuropea, Logan Strenchock. La tala de bosques es el escenario más obvio para cultivar el maíz y la soya genéticamente modificada con la cual se alimenta a las vacas. Estos cultivos están llenos de pesticidas que contaminan los ríos cercanos, sin mencionar los desechos que se generan al alimentar grandes cantidades de vacas en un mismo lugar. Incluso las que llevan un régimen de pasto “reducen la biodiversidad nativa, desvían y ensucian los caudales naturales de agua y desertifican el terreno”, afirma Mary O’Brien, directora del Programa de Bosques de Utah. Sumado a todo esto, la carne debe conservarse a bajas temperaturas hasta que sea consumida, requiriendo grandes cantidades de energía.
3. Aceite de palma
Este tipo de aceite se usa en la mitad de los alimentos envasados que se venden en Estados Unidos, particularmente en galletas y sopas. El aceite de palma es el mayor causante de la deforestación de los bosques nativos de Malasia e Indonesia. En esos lugares, las retroexcavadoras forman surcos gigantes para plantar palmas. “Se han talado y quemado dos millones de hectáreas de selva y el orangután ya está a punto de extinguirse”, dice Christy Wilhelmi, autora de “Gardening for Geeks”. ¿La solución? Botar la comida envasada, cocinar desde cero y siempre leer las etiquetas.
4. Atún rojo o de aleta azul
Pese a ser una carne alta en mercurio, es la opción más popular en los restaurantes elegantes de sushi, pero el atún rojo es cada vez menos común en el mar. Debido a que viven tantos años, es muy difícil para ellos sobrevivir a la pesca indiscriminada. Sierra Club cita al crítico culinario Jonathan Gold, quien dice “La gente debe dejar de comer atún de aleta azul, punto final… La cantidad de este magnífico pez está cayendo rápidamente y si no dejamos de comerlo ahora, dejaremos de comerlo en pocos años más porque no habrá más”.
5. Maíz genéticamente modificado
“Destruye hábitats, desertifica el suelo, rompe el ciclo de nutrientes, contamina aire y agua, contagia a especies nativas de maíz, entre otros efectos negativos”, detalla Douglas Fox, profesor de Agricultura Sustentable de Unity College, acerca del maíz genéticamente modificado. Como si fuera poco, mata las abejas, reduce la biodiversidad, extingue los cultivos de agricultores locales y requiere de procesamiento excesivo para transformarse en jarabe de maíz. Y el jarabe de maíz es un ingrediente muy usado en alimentos procesados, los cuales de todos modos debieran evitarse porque también contienen aceite de palma.