3 importantes lecciones sobre el cambio climático desde Lima

Tras finalizar la vigésima Conferencia de las Partes (COP) en la Cumbre del Clima realizada en Lima, Perú estas son las 3 grandes enseñanzas que los líderes mundiales nos han dejado:

1. El cambio climático no lo pueden resolver los ministros por sí solos, requiere además del liderazgo de los jefes de gobierno.

Al traspasar el tema al nivel de los líderes durante los últimos 18 meses, el presidente Obama cambió el “clima” con respecto a las negociaciones del cambio climático. Los esfuerzos comenzaron con su primera reunión con el presidente Xi de China en Sunnylands, California, en junio pasado, donde los representantes de los dos países más contaminantes llegaron a dos acuerdos: el primero, cooperar con las amenazas provenientes de Corea del Norte y la segunda es cooperar para reducir los gases de efecto invernadero conocidos como hidrofluorocarbonos, o HFC. El presidente Obama continuó en esta línea con otros acuerdos bilaterales relacionados con los HFC junto al presidente Xi y el Primer Ministro Modi, al igual que los acuerdos a través del G7 y el G20 y con el anuncio histórico del mes pasado acerca de la mitigación climática de China y Estados Unidos.

El éxito que ha tenido el presidente Obama con los esfuerzos climáticos a nivel local le ha otorgado la credibilidad necesaria no sólo para continuar con su liderazgo en París el próximo año, sino que además para asegurar a los ciudadanos estadounidenses que su gobierno está trabajando en protegerlos de una crisis climática irreversible. El liderazgo de los líderes de las instituciones religiosas también es importante para conseguir el apoyo del público a gran escala. La iglesia católica, bajo el mando del Papa Francisco, dio el primer paso cuando en su primera homilía hizo un llamado a la protección de la Tierra.


2. El acuerdo climático de la ONU no puede moverse lo suficientemente rápido por sí solo para desacelerar el calentamiento global a corto plazo.

Una mitigación de acción rápida dentro y fuera del acuerdo climático de la ONU es esencial y debe comenzar inmediatamente. Se necesita una mitigación rápida para cubrir la brecha temporal hasta el 2020, cuando todo acuerdo climático, según sus términos, quedará en efecto asumiendo que se concluya en París el próximo año. Resolver un problema que se mueve tan rápido como el cambio climático requiere de un sistema de gobernanza que se mueva igual de rápido. El juego del clima se podría perder incluso antes de que el anticipado acuerdo de la ONU se haga efectivo el 2020.

En estos momentos, los hielos del Ártico están desapareciendo y el escudo blanco protector que refleja el calor de vuelta hacia el espacio se está achicando, la línea de permahielo se está moviendo hacia el norte, liberando metano almacenado y dióxido de carbono, los bosques están muriendo y liberando el dióxido de carbono de la biomasa y los suelos y el almacenamiento de dióxido de carbono de los océanos está disminuyendo. La velocidad es clave y el proceso climático de la ONU no será capaz de proveerlo por sí solo. La mitigación rápida de todas las áreas relevantes es esencial para desacelerar los impactos y facilitar la adaptación. También lo es proveer mejoras mensurables que motivarán a los líderes políticos y a los ciudadanos a hacer más.


3. El acuerdo climático de la ONU no puede resolver los problemas del clima por sí solo

Resolver el problema del cambio climático no es sólo cuestión del acuerdo climático de la ONU. Se necesita una mitigación complementaria y de todas las partes posibles, a nivel local, nacional e internacional, junto con la adaptación. La mitigación complementaria incluye utilizar el mejor tratado medioambiental del mundo, el Protocolo de Montreal, para eliminar completamente uno de los seis principales gases de efecto invernadero mediante la detención progresiva de la producción y uso de HFC, dejando registro en los informes en el proceso climático de la ONU. Esto puede otorgar un equivalente de 100 a 200 mil millones de toneladas de mitigación de dióxido de carbono para el 2050 y puede evitar hasta unos 0,5 °C de calentamiento para final de siglo.

Otra mitigación complementaria incluye utilizar las leyes nacionales y regionales, además de las instituciones, para reducir el carbono negro y contaminantes del aire que producen ozono en smog, contaminantes climáticos poderosos que no se incluyen en la discusión climática de la ONU, pero que mata a más de siete millones de personas cada año y lleva a la destrucción de más de cien millones de toneladas de cultivos cada año. La Coalición Climática y de Aire Limpio para Reducir los Contaminantes a Corto Plazo, lanzada por Estados Unidos y algunos aliados hace dos años, está ayudando a acortar la brecha con diversas acciones para reducir el carbono negro, el metano y los HFC. El disminuir estos contaminantes climáticos utilizando la tecnología existente, las leyes existentes y las instituciones puede reducir los niveles de calentamiento global a la mitad en el corto plazo a mitad de siglo y en dos tercios en el Ártico.

Disminuir los niveles de calentamiento global a la mitad es esencial para la adaptación, porque siempre es mejor prevenir el daño que adaptarse a éste. El liderazgo por parte de los jefes de gobierno y un plan de acción para la mitigación rápida como complemento del acuerdo de la ONU pueden comenzar a responder las demandas legítimas de todos los ciudadanos para los gobiernos con el objeto de evitar una crisis climática irreversible.

En resumen: No se puede resolver el tema del cambio climático sin el liderazgo de los jefes de gobierno, sin la mitigación inmediata del calentamiento a corto plazo y sin recortar los contaminantes breves para complementar el acuerdo climático de la ONU.

Visto en: HuffPost