A pesar de que son unos pequeños criminales, es imposible enojarse con ellos.
¿Para qué podría un mono necesitar una llanta de automóvil?, un gato no utiliza calcetines y menos si están empapados y saliendo de la lavadora y ¿qué podría querer un perro de un trozo de pizza?… bueno, esa es más fácil. Los animales son extremadamente curiosos, les encanta apoderarse de objetos brillantes, de colores fuertes, meterse en los armarios, desordenar todo a su paso y por supuesto, con respecto a la comida, devorar todo lo que les apetezca, aunque eso signifique terminar con dolor de estómago.
A continuación podrás disfrutar de 16 ladronzuelos, que no se percataron de que estaban quedando en evidencia, y que aprovecharon su momento para hacer de las suyas. La lista original es de la página web Recreo viral.