Por Romina Bevilacqua
5 octubre, 2014

En caso de que no lo sepas, los delfines son geniales. Claramente venimos de mundos diferentes, pero estos mamíferos marítimos poseen muchas cualidades admirables que nos hacen quererlas como a ninguna otra especie en la Tierra.

 1. Les gustan los perros

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Si los gatos pudieran hablar, dirían que nuestros amados canes son bolas de pelo babosas y torpes. Pero en realidad, son los porteros peludos que guardan la llave de nuestro corazón. No es sorpresa que, luego de aprender la increíble camaradería que comparte un labrador y un delfín salvaje en Irlanda, vas a considerar a estos mamíferos acuáticos como el amigo de un amigo.

2. Inventan juegos para jugar con las ballenas

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En las costas de Hawaii, biólogos marinos han grabado en varias ocasiones a ballenas jorobadas y delfines narices de botella jugando el uno con el otro. Este inusual juego inter-especie consiste en que la ballena impulsa al delfín fuera del agua, para luego atraparlo con su estómago. ¡Así es! Estos delfines convencieron a las ballenas de que sean su trampolín.

3. No dudan en pedir ayuda

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Ser inteligente es una cosa, pero se requiere sabiduría para saber cuándo hay que pedir ayuda. En las costas de Hawaii, un delfín se acercó a un grupo de buzos. ¿La razón? El mamífero tenía problemas para nadar. Resultó que este delfín estaba enredado en una red de pesca y buscó una mano amiga que lo rescatara. De manera increíble, toda la interacción entre el grupo de buzos y el delfín fue captada en video.

4. A veces nos traen regalos

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Probablemente nadie entiende el idioma delfín de chirridos y chasquidos, pero francamente no se necesitan palabras cuando alguien viene con un regalo. Se han visto delfines en las costas de un resort de Australia, trayendo “regalos” a los veraneantes que se bañaban en la playa. Las ofrendas eran delicias del mar, como anguilas, atún, calamares o pulpos muertos y esto ha ocurrido en más de 23 ocasiones. Aunque la razón de este inusual comportamiento es inexplicable, uno podría adivinar que la atracción que tenemos los humanos hacia los delfines sea algo mutuo.

5. Ayudan a rescatar otras especies

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La mitología náutica está repleta de historias de delfines que ayudan a humanos en altamar. Pero no solo nos ayudan a nosotros, si no que a otras especies también. Hace algunos años, dos ballenas cachalote quedaron varadas en una playa de Nueva Zelanda. Las personas que estaban en la playa trataron de todo, pero no lograron rescatar a las ballenas. El panorama no se veía favorable, hasta que llegó al rescate Moko, un delfín nariz de botella. Los testigos cuentan que Moko logró comunicarse con las ballenas y tranquilizarlas. Afortunadamente, ambos cachalotes siguieron al delfín a través de la playa y hasta el mar.

6. Hasta los cachalotes los aman

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Puede que los cachalotes no sean conocidos como los mamíferos acuáticos más amistosos, pero ni ellos pudieron resistirse a un delfín nariz de botella. Durante una expedición de ballenas en el Atlántico Norte, un grupo de investigadores se toparon con un grupo de cachalotes que habían adoptado en su manada a un delfín, el cual sufría de una deformidad. “Por alguna razón, parecía que las ballenas habían aceptado al delfín”, dice el biólogo marino Alexander Wilson. “Se veían muy sociables”.

7. Soplan argollas de burbujas

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El desarrollo del orificio nasal es una parte esencial en la evolución de los delfines. Este orificio les permite a los mamíferos acuáticos inhalar y exhalar aire de la superficie del mar, mientras se mantienen alerta de predadores marinos. Y además es muy útil para soplar argollas de burbujas.

8. Trabajan con los pescadores para atrapar peces

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En la costa de la localidad de Laguna, en Brasil, pescadores artesanales y algunos delfines se han aliado para obtener su alimento. Los científicos que estudiaron la conducta, describen cómo este inusual equipo trabaja en conjunto para capturar los peces: “Mediante un comportamiento altamente sincronizado, los delfines de Laguna atraen a los cardúmenes de salmonetes al sector de pesca, y les envían señales mediante movimientos de cabeza o cola para que los pescadores sepan cuándo y dónde arrojar sus redes”.

9. Cuidan a sus amigos

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Un grupo de biólogos marinos, mientras estudiaban delfines en las costas de Corea del Sur, pudieron ver una particular escena de solidaridad entre los mamíferos. Se pudo observar a una manada de delfines que fueron a ayudar a otro, que le costaba mucho mantenerse a flote. Para salvarlo, la manada formó una especie de balsa con sus cuerpos, y así mantuvieron a flote al delfín que estaba a punto de ahogarse.

10. Saben pasarlo bien

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Aunque muchas veces sea confuso entender las enredadas emociones de los delfines, parece ser muy claro cuando lo están pasando bien. Esto es porque ellos saltan en el aire con mucha precisión, y también logran artísticas acrobacias submarinas. Claramente los delfines y los humanos venimos de mundos completamente distintos, pero ambos compartimos algo muy importante: la alegría de estar vivos.

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