#1 ¡Tu nevera no es un armario! Hay una forma de ordenar tus alimentos en ella para ahorrar energía y preservar mejor tus alimentos.
Ayudar al medio ambiente no es tan difícil como uno esperaría. Este 2015 me propuse sumar unos cuantos esfuerzos más a mi rutina diaria para ser más consciente con el medio ambiente y la verdad es que ha sido toda una aventura. Pronto les contaré en detalle cómo me ha ido, pero por ahora les compartiré algunos consejos para que puedan aplicarlos en casa:
1. La nevera no es un armario
Fuente
Desde pequeña me enseñaron a no guardar alimentos calientes en la nevera, y pese a que nunca comprendí el porqué, acaté las órdenes de mi madre. Resulta que al guardar platos o preparaciones aún calientes en la nevera, esta debe mantener la temperatura y gastar más energía para lograrlo. En consecuencia, gastas más electricidad y disminuyes la vida útil del electrodoméstico.
Además de esto hay cierto orden que deberías seguir para almacenar tus alimentos: los más perecederos deberían ir en la parte de más abajo de la nevera –que es la más fría–, los ya cocinados al centro y la leche, al igual que otras bebidas abiertas, se conserva bien en la puerta. También asegúrate de dejar espacio entre los alimentos para que circule bien el aire.
2. Dile adiós a las bolsas plásticas
Cada vez que vas al supermercado, llegas a casa con decenas de bolsas. Ya sea porque tus alimentos vienen envasados en plástico o porque además guardas tus compras en varias bolsas. El problema es que muchos consideran a las bolsas plásticas como un simple desecho y muchas veces no toman en cuenta los impactos que pueden tener en el medio ambiente cuando las arrojan a la basura, o en cualquier otro lugar. Contaminan nuestros paisajes, océanos, dañan a los animales y las cifras estimativas sobre cuánto demoran en descomponerse varían entre 20 a 1.000 años. Así que, ¿por qué no utilizar mejor bolsas de género o tela? Podrás guardar bastantes cosas dentro de ellas y ahorrarás una gran cantidad de plástico contaminante a nuestro planeta –se estima que reducirás alrededor del 30% de los residuos que generas–.
3. Deja el coche en casa
Fuente
Prefiere el transporte público o la bicicleta. Podrás ahorrarte los malos ratos que pasas cuando manejas y un conductor imprudente se cruza en tu camino, podrás ir más relajado y harás deporte, todo esto sumado a que reducirás bastante tu huella de carbono.
4. Papel reciclado
Se necesitan alrededor de 9 árboles para producir una tonelada de papel. ¡Evita la tala de más árboles!
5. La basura es en gran parte un error de diseño
Fuente
Sólo para que entiendas el punto, pongamos de ejemplo una caja de té. Primero debes quitar un plástico que la envuelve, luego está su caja de cartón, la bolsa que guarda el té, el hilo y la etiqueta. ¿Son bastantes partes innecesarias en todo este diseño no? La idea en este punto es que además de separar tus desechos y reciclarlos, seas más consciente en lo que consumes. Un buen cambio podría ser comprar a granel con tus propios envases, comprar un litro de yogurt y llevarlo en envases donde quieras en vez de comprar varios yogurt pequeños, y cosas por el estilo.
6. ¡No arrojes desechos al suelo!
Este punto simplemente debería ser una ley. Respeta al medio ambiente y el espacio que compartes con otros y simplemente ¡no arrojes basura al suelo! y si tienes mascota…hazte cargo de su excremento.
7. Cuidado con el uso de la plancha
Una hora con la plancha prendida equivale a 20 horas con la televisión encendida y 7 horas con el ordenador. Mejor plancha una mayor cantidad de ropa de una sola vez a que varias cargas de ropa en diferentes momentos. A la larga gastas menos electricidad.
8. Sube las escaleras
Fuente
Aprovechas de hacer ejercicio y ahorrar la energía del ascensor. Y quién sabe… quizás tus glúteos también salgan beneficiados.
9. Ahorra con tus ventanas
El mayor calor del hogar u oficinas se pierde a través de las ventanas. Para evitar el escape de tanto calor –que luego intentarás recuperar con la calefacción– intenta abrir las ventanas de día y mantenerlas cerradas por la noche –cuando hace más frío–. Las cortinas cerradas o persianas cerradas durante la noche también ayudan a mantener el calor.
10. Apaga las luces y desconecta los electrónicos cuando no los utilices
No basta con apagar el televisor. Cuando están en estado “stand-by” aún continúan consumiendo alrededor de un 10% de energía.
