¿Una buena razón para beber un poco después de correr?
Piensas que deporte y alcohol no van de la mano, pero al parecer, así es.
Es lo que plantea un reporte de salud del New York Times, en el que se explica el vínculo entre estos dos. En especial con un bebestible: la cerveza.
Recogiendo diversos estudios, concluyeron que ejercicio y cerveza son grandes amigos. Piénsalo bien, ¿quién no ha ido por un buen vaso de golden o IPA después de un partido de fútbol con amigos? La excusa de celebrar triunfos o derrotas nunca falla.
Ejercitar influye a la hora de beber, al menos eso es lo que plantea una publicación de Frontiers en Psichiatry. La conclusión fue que tanto el alcohol, como el deporte, generan respuestas cerebrales intensas. Aumentan un tipo de actividad cerebral, de manera positiva, por lo que repetimos esas acciones para buscar la misma respuesta.
De alguna manera, ambos están asociadas a un “premio”, a algo que nos hace felices. Pero de distintas maneras. Hace que ambas se complementen, en el sentido de que el ejercicio nos estimula y activa, mientras que el beber nos relaja.
Este descubrimiento se acopla a otro estudio de la Universidad Estatal de Pennsilvania. Tomando en cuenta lo primero, se observó a 150 personas durante el periodo de un año, para ver su rutina y cuál era la relación real entre beber y practicar alguna actividad física.
Se encontró una relación entre los días de ejercicio, y aquellos en que se bebía. Mientras más ejercitaban, más fuerte era la conexión. Pero el consumo de alcohol era controlado en todos los casos. Por lo mismo, no es una característica negativa, ni que perjudique al largo plazo o abra puertas al alcoholismo, por ejemplo.
Puede soñar extraño. De seguro no te lo imaginabas, pero los científicos ya habían alertado este comportamiento. Por lo mismo, estas dos conclusiones juntas, hacen que se comprenda mucho más el por qué.
Fíjate en tus hábitos. Quizás tú también eres de aquellos que va a correr, para luego salir a beber. Aunque no hay nada de malo en ello.