Aunque nos duela.
Nada en la vida está asegurado: ni el éxito, ni el dinero, ni el amor. Muchas veces, ni la propia vida. Parte de ser humano es asumir que somos vulnerables y que, muchas veces, nos veremos enfrentados a cosas tristes, momentos incómodos, situaciones dolorosas.
Y aunque muchas de estas cosas no las podemos prevenir, sí podemos estar preparados. Y vale la pena:
1. La enfermedad
Se estima que 1 de cada 3 personas desarrollará algún tipo de cáncer a lo largo de su vida, según la Asociación Americana del Cáncer. Es una realidad que nos cuesta asumir, pero para la cual debemos estar preparados. El alto costo del tratamiento y la altísima probabilidad de cura en caso de que se identifique de forma oportuna y por expertos en oncología, son algunos de los motivos por los que deberías tomar cartas en el asunto y contratar un seguro. Sé precavido.
2. Los accidentes
Nada ni nadie puede asegurar que no tendrás un accidente, o alguno de tus seres queridos. Nada nos prepara para ese miedo, y son miles las causas que pueden llevarnos a uno. Sin embargo, siempre se pueden tomar precauciones. Aprende a conocer tus situaciones de riesgo según tus pasatiempos, horarios y costumbres, y forma hábitos seguros. Nunca está de más contratar seguros de salud, pero lo más importante de todo es apreciar tu cuerpo y vida y ser responsable.
3. La posibilidad de perder tu trabajo
En ciertas empresas, el personal va rotando y en otras es más usual que los cargos sean ocupados por la misma persona durante años. Sea como sea, nunca es recomendable confiarse. Esto no es un llamado a ser paranoicos, pero sí a tener en cuenta que las cosas cambian, y muchas veces sin previo aviso. Siempre es recomendable mantenerse activos; realizando cursos, mejorando tu inglés, revisando alternativas, etc. Cuando algo te pilla por sorpresa, debemos reaccionar confiados en que será para mejor.
4. La vejez
El paso del tiempo es inevitable y no existe una cura para ello. Pero lo que sí está claro es que ciertas costumbres o malos hábitos la aceleran considerablemente. La ciencia lo avala: una buena alimentación y hábitos saludables pueden convertirse en el verdadero secreto de la juventud. El consumo excesivo de alcohol y el abuso de sustancias (ya sea tabaco, drogas, incluso medicamentos) nos juega en contra a la hora de mantenernos frescos y joviales, y una vida excesivamente sedentaria va deteriorando poco a poco nuestra musculatura, órganos y capacidad pulmonar.
5. Las rupturas amorosas
Por mucho que te adviertan que el amor duele, nadie en esta vida está preparado para la primera vez en que te rompen el corazón. Esa angustia que sientes cuando tu primer amor te asegura que las cosas ya no son como antes y que ya no hay vuelta atrás es difícil de manejar, pero siempre se puede superar. Y lo bueno es que aprendemos. Aprendemos a tolerar el dolor, a tomarnos las cosas con más calma, a valorarnos a nosotros mismos antes que a cualquier otro. Y así, la próxima vez que ocurre, estás un poco más preparado. Y duele un poquito menos.
6. O con algún miembro familiar
Las desavenencias no ocurren solo cuando se trata de relaciones amorosas. El orgullo, el rencor, la avaricia, o simplemente las diferencias, nos pueden llevar a separarnos indefinidamente de nuestras personas más cercanas. Siempre es bueno estar abierto al perdón, pero también hay que tener claro que en la vida las cosas cambian y que las relaciones no son para siempre. Si hay alguien en tu vida que no te está haciendo bien, simplemente no es correcto que te obligues a aceptarla.
7. La muerte
No nos gusta pensar en la muerte como algo cercano y probable, y eso está claro. Pero siempre es bueno ser responsables y estar preparados para las desgracias. Según la Asociación Americana del Cáncer, se sabe, por ejemplo, que un 66% de los enfermos con cáncer logran vencer a la muerte cuando su enfermedad es identificada en fase temprana y cuando es atendida por expertos en oncología. Lamentablemente, no todos pueden acceder a ello. Siempre puedes hacer algo al respecto. O al menos intentarlo. Toma un seguro.
Porque hay cosas que no se pueden evitar, pero para las que sí puedes estar preparado. Toma el Seguro Oncológico Familiar del Banco de Chile. Permite contratarlo para todo tu grupo familiar, incluidos padres y suegros, te protege ante cualquier tipo de cáncer y es para toda la vida. Y lo mejor, es que ahora lo puedes contratar en bancochile.cl con 6 meses de cobertura sin costo.