Por Teresa Donoso
28 agosto, 2014

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La vida es realmente tan complicada que es imposible que un solo ser humano sea capaz de comprenderlo todo. No importa la cantidad de cosas que sepas, lo cierto es que mirado desde una perspectiva amplia, finalmente sabes muy poco.

Sabemos tan poco que básicamente se reduce a nada en absoluto. Cuanto más experimento la vida, cuanto más viajo y más veo, más me doy cuenta de lo poco que realmente entiendo.

Piensa en los 7 mil millones más o menos de personas que actualmente habitan este planeta, todos ellos viviendo sus propias vidas, viendo el mundo a través de sus propios ojos, a través de sus propias perspectivas. A lo largo de toda tu vida, no te encontrarás ni con el 1 por ciento de estas personas. Ni siquiera pasarás junto a ella por las calles.

Cada uno de estos individuos lleva un conjunto de experiencias, un conjunto de información a la cual tu nunca tendrás acceso. Y esto es sólo la gente. Piensa en el conocimiento que tienen todos los animales del mundo. Piensa en todo el conocimiento y la información que tienen otros seres vivos.

Todos ellos tienen un nivel de conciencia, y con ese nivel de conciencia alcanzan un conjunto de información del cual nunca estarás al tanto. Puede que esto no te llame la atención, pero sin duda a mi si.

Me fascina porque abre mis ojos a lo poco que realmente comprendemos. Una vez que aceptas que no entiendes nada en la mayoría de las cosas, puedes empezar a admitir lo poco que entiendes en las cosas más pequeñas.

Toma las relaciones interpersonales, como ejemplo. Interactuamos a diario con la gente. Hacemos suposiciones sobre lo que piensan y lo que quieren decir con lo que dicen.

Muy pocas veces conocemos sus intenciones, pero sacamos las conclusiones por nosotros mismos. ¿Por qué? Debido a que, como seres humanos, tenemos una necesidad de entender tanto como nos sea posible, incluso si ese entendimiento no representa literalmente la realidad.

Una persona es un sistema increíblemente complejo. Él o ella constituye un sistema complejo más grande y que al mismo tiempo está formado por una multitud de sistemas complejos más pequeños.

Podemos asimilar un conocimiento del funcionamiento de todos estos sistemas inútiles para nosotros, pero en realidad somos una parte de la realidad, una parte de la vida y de la verdad que nunca vamos a comprender o experimentar en su totalidad. Realmente es increíble… Ni siquiera somos capaces de entendernos a nosotros mismos.

Los seres humanos no son lo suficientemente inteligentes. Aunque algunos pueden ser capaces de entender cómo cada uno de estos sistemas trabaja por sí solo, no hay nadie capaz de ver cómo cada pieza encaja en la siguiente.

A veces encontramos que la vida ya es demasiado complicada para nosotros como para manejarla, aunque sólo de manera emocional. Imagina los dolores de cabeza y ataques de corazón que nos darían si experimentáramos entender el significado de todo.

Porque no somos capaces de entender y funcionar dentro de estos sistemas tan complejos, tenemos que aprender a aceptar este hecho y utilizar este conocimiento a nuestro favor. Vamos a hablar un poco acerca de una de nuestras emociones favoritas: el amor.

Dejando a un lado lo que significa amar realmente, o si se trata de un conjunto de neuronas disparando y golpeando nuestro punto craneal G o un fluido etéreo invisible a nuestros ojos, ¿para qué se usa el amor? ¿Para qué sirve? Y, lo más importante, ¿cómo nos amamos correctamente?

Dejando la complejidad a un lado, creo que el amor es muy simple, no porque sea simple objetivamente, sino porque sólo podemos entender este concepto desde la más simple de las perspectivas. El amor falla muy seguido porque siempre estamos tratando de comprender su complejidad.

Tratamos de separar las cosas y entenderlas. Tratamos de ser mejores que los seres humanos que somos. Hacemos nuestro mejor esfuerzo para entender el amor y, por supuesto, fallamos. Fallamos porque no podemos ver las conexiones que ya existen.

Peor aún, tratamos de hacer todo esto mientras estamos atrapados por el amor, golpeando emociones dentro de nosotros que solo nos frustran y arruinan lo que estamos tratando de comprender.

Nunca vas a entender el amor completamente, al igual como nunca vas a entender del todo por qué te sientes como te sientes en cualquier momento del día. Sin embargo, puedes entender el amor a través de medios más simples, medios por los cuales, hablando con la verdad, son incompletos.

Aún así, dado que ya estamos destinados a nunca entender nada completamente, tu puedes aceptar también el amor como parte de esa lista y seguir adelante. Amar puede ser simple si tu permites que lo sea. Todo lo que realmente se necesita son dos cosas: la pasión y la confianza.

Todas las mujeres del mundo se merecen un hombre que dañe su lápiz de labios, pero no su máscara de pestañas.

Es realmente tan simple como eso. Si quieres amar a una mujer, debes permitir que la pasión te consuma y nunca permitirte a ti mismo romper su confianza. Nunca tratarla mal. Nunca hacerle daño o faltarle el respeto. Deja que la confianza que existe entre los dos, sea la cama en la que hacen el amor.

Esto puede parecer como una simplificación excesiva, pero es porque realmente lo es. Sin embargo, ya que no podemos entender la complejidad de la misma, tales simplificaciones no sólo justifican, sino que animan.

No creo que haya una mujer mentalmente estable en el mundo que quiera más de su hombre que la pasión y la confianza. Dejando a un lado todos los objetos materiales que casi todo ser humano desea en un momento u otro de su vida, la pasión y la honestidad es todo lo que necesitamos de la persona que amamos.

De hecho, son las únicas dos cosas en el mundo que no puedes obtener por tu propia cuenta. Como ves, no se supone que tu amante te dará todo el mundo; se supone que tu amante debe llenar los vacíos en los que falta algo.

Las cosas materiales las puedes obtener por tu cuenta. La pasión, la confianza y el amor, es algo que nunca se puede alcanzar mientras vivas solo.

No todas las mujeres pueden apreciar el amor que les das, pero no todas las mujeres están listas para ser amadas tampoco.

Si eres capaz de entender que esto es todo lo que una mujer o un hombre, quiere, entonces es muy probable que en algún momento encontrarás a una persona para amar y una persona que te ame de vuelta. Cualquier otra cosa que el amor signifique, seguramente no afectará a la relación, al ser pequeños detalles.

Los seres humanos somos pensadores. Pégate a lo que eres capaz de comprender y así tendrás éxito.

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