El amor que compartí con él fue demasiado para mí.
Ayer me encontré con una amiga a la que no había visto hace tiempo. Durante nuestra rápida conversación para ponernos al día, ella me preguntó cómo estaba mi pareja. Después de darle mi perfectamente ensayada y educada respuesta “en realidad ya no estamos juntos, así que no estoy completamente segura”, me puso la cara inmediata de pena y lástima que siempre me ponen. Ya estoy acostumbrada a esa cara, supongo que es lo que pasa cuando el hombre con el que pensaste que te ibas a casar termina contigo, pero después de ponerme “la cara”, me dijo que ella sabe que voy a encontrar a alguien nuevo y que lo voy a amar de la misma manera, o incluso más.
Espero que esté equivocada. Espero nunca encontrar a alguien a quien ame al igual que a él.
No digo esto porque sea una cínica, y tampoco porque tenga la esperanza de que volvamos a estar juntos. Lo digo simplemente porque el amor que compartí con él fue demasiado para mí. Fue puro, fue apasionado, fue sobrecogedor, fue emocional… fue todo. Él era lo primero en que pensaba por la mañana y lo último que pensaba en la noche. Me sentía incompleta cuando no estaba cerca de él, y cuando estábamos juntos era como si todo estuviera bien en el mundo otra vez. Nada más importaba. Era mi otra mitad, y lo que consideraba la mejor parte de mí.
Y le ruego a Dios no sentirme de esa manera nunca más.
Espero que mi ex haya sido el amor de mi vida porque nunca más quiero sentir esa clase de amor de nuevo. Lo tuve por varios años. Cambió mi vida y es algo que voy a apreciar por siempre. Encontré ese amor cuando aún era joven y amé cada minuto de él. Incluso cuando peleábamos y lo odiaba, lo amé. Pero no quiero volver a sentirlo nunca más.Ese tipo de dolor y sufrimiento mezclado con un amor tan pasional, fue mucho para mí. Mi corazón no pudo manejar todo eso, y cuando él decidió dejarme, no logré entender cómo el mundo podía seguir dando vueltas.
Un día el dolor en mi pecho dejó de hacerme daño y todos los pedazos rotos de mi corazón y mi alma parecieron unirse por sí mismos. Ahí fue cuando me di cuenta de que no necesito ese tipo de amor o esa especie de vida. No es que no quiera volver a enamorarme, simplemente no puedo esperar a que eso pase otra vez. Por eso espero y ruego que el próximo sea un amor diferente.
No quiero que alguien más sea mi otra mitad, quiero a alguien que me haga sentir completa por mí misma. No quiero extrañar a alguien tanto que me duela, quiero saber que incluso cuando estamos separados, puedo confiar en él y saber que volverá a mí. No quiero que él sea en lo último que pienso antes de irme a la cama en la noche, porque quiero que él esté a mi lado cuando me vaya a la cama. No quiero que él sea la mejor parte de mí, quiero que me impulse a ser la mejor versión de mí misma. Quiero una pareja. Quiero a alguien con quien pueda contar las 24 horas del día, los siete días de la semana si algo me pasa. Quiero un amor que me haga sonreír e ir a la cama completamente feliz con mi vida, no alguien que me mantenga despierta por las noches. No quiero un hombre que me trate como una princesa y como lo más preciado en el mundo, quiero que trate así a nuestra hija. No quiero ser el amor de su vida, porque quiero que nuestra familia tome ese lugar.
Mi ex me enseñó más acerca del amor y de la vida de lo que él jamás sabrá. Después de que terminásemos, mis amigos siempre me dijeron que él nunca iba a encontrar a alguien que lo amara tanto como yo lo hice. Lo decían para hacerme sentir mejor, pero espero que eso mismo sea verdad para él también. Éramos jóvenes e inocentes y amábamos estar enamorados, pero era el tipo de amor incorrecto. Espero que haya sido un tipo de amor único en la vida para ambos de nosotros, y espero que un día ambos encontremos un tipo de amor mejor y más completo.
