Por Teresa Donoso
31 agosto, 2014

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Tal vez sigo saliendo conmigo misma desde que el programa no ha estado al aire, pero momentos como estos me hacen recordar el dramático final de The Hills en MTV. Los que estaban viendo el programa se preguntaban, “¿Va o no va a hacerlo ?!” durante 60 dolorosos minutos antes que Lauren Conrad entrara de una manera espectacular a la gran capilla para el matrimonio de su ex mejor amiga, Heidi Montag con Spencer Pratt (quien aunque aún pienso es igual a un personaje de dibujos animados, quizás siempre será el de los mejores chistes en televisión hasta la fecha).

Formé muchas amistades y lazos cercanos durante la universidad. Fue un momento transitorio de mi vida, pero también un período de muy poca responsabilidad. Me di cuenta que algunas de mis relaciones más intensas y las con mejores recuerdos eran con esos amigos íntimos. En ese momento yo no podía imaginar un día sin ellos, y debido a nuestras experiencias juntos soy la persona que soy en este momento.

Cuando estás por tu cuenta en un lugar completamente nuevo, la búsqueda de un confidente con el que puedas compartir tus secretos y ser tú mismo, no es algo que puedas dar por sentado. Miro hacia atrás con nostalgia a lo despreocupadas que éramos, a las decisiones estúpidas que hicimos juntas, pero sobre todo lo divertido que era hacer absolutamente nada.

Es increíble como una amistad tan fuerte puede desmoronarse en tan poco tiempo, siendo muy similar a un primer amor. A comparación de las relaciones con hombres, perder a un amiga es mucho más difícil. Tal vez porque hay solo un “espacio” en tu vida para un mejor amigo, a diferencia de un novio. Cuando ese vacío es creado por una amistad que termina, nunca se puede llenar de nuevo. Cada amistad es única, y más difícil de reemplazar que una relación romántica con otra. Creo que parte del crecimiento es aprender a lidiar con esa realidad.

El día de la boda de una mujer es un icono en las relaciones de amistad, sobre todo en la universidad (especialmente en el sur de Estados Unidos). Todos estábamos lo suficientemente lejos de nuestro día de la boda lo que hacía que pareciera una fantasía lejana, pero lo suficientemente cercana para saber quién definitivamente tenía que estar a nuestro lado cuando llegara ese día. Ninguno de nosotros tenía idea de quién sería el afortunado, pero ya teníamos todo el libertinaje previsto para las despedidas de solteras más emblemáticas de todos los tiempos.

Luego uno crece, la vida pasa, empiezas a hacer tu vida y te alejas. Tal vez una tonta pelea que es llevada por completo hacia el extremo, es el catalizador para extinguir una amistad aparentemente sólida sin posibilidad de reparación. Tal vez es algo más profundo, quizás son sólo dos posturas opuestas, en el que una amistad no puede prosperar si ninguna de las partes cede. No importa la razón, el resultado es siempre el mismo. Vas a seguir adelante y ellos también lo harán. La vida continúa.

La mayoría de los días eso está bien, especialmente si no estás todo el tiempo al lado de la otra persona. Sin embargo, hay ciertas ocasiones en las que no puedes dejar de notar su ausencia en tu vida, y me pregunto si ellos sienten lo mismo. Yo se que he cometido errores en mis relaciones de amistad, y estoy agradecida por las lecciones que he aprendido. Aprecio el valor de las amistades verdaderas ahora más que nunca, y trato de reflexionar sobre los momentos felices y no detenerme en la tristeza de algunos de mis fracasos.

Así que para los que algún día fueron mis amigos y ya no lo son, lamento no haber estado ahí para sus momentos más importantes. Algunos de ustedes están casados, algunos pronto a hacerlo, y como ya no estuve o no voy a estar allí, este es mi mensaje para ti en el día de tu boda:

No puedo creer que este día por fin haya llegado. Siempre bromeamos sobre la imposibilidad de encontrar un tipo que sería capaz de “aguantarnos a nosotras”, pero en realidad sabíamos que el soltero que eligiéramos iba a ser muy afortunado. Me alegro de que hayas encontrado a alguien que te quiera, que te aprecia, y que te hace sentir completa. Estoy agradecida de que no te hayas conformado con alguno de los personajes más interesantes que conocimos durante la universidad o durante nuestras vacaciones de locuras. Todo lo que tengo que decir es darle gracias a Dios nunca fuimos a Las Vegas! Perdón si no fui el apoyo que debería haber sido y por no haberle dado la importancia que se merecía el pasar tiempo con esa persona especial. Te deseo mucho éxito, tanto personal como profesionalmente, tanto como individuo, como en tu relación. Los beneficios de estar tan cerca de alguien, va a sacar tu verdadero de potencial y eso tiene la capacidad de cambiar el mundo. Espero que este día sea todo lo que has soñado (y es probablemente una bendición disfrazada que no pueda estar ahí en este momento, para que no me tengan que ver bailar torpemente, ya sabes lo mala bailarina que soy…). De verdad, siento mucho haberte decepcionado y no estar ahí para compartir este día con ustedes. Aunque nuestros futuros terminaron yendo en diferentes direcciones, yo sólo te deseo lo mejor, y siempre estaré aquí cuando necesites a un amiga hoy, mañana y siempre.