Ésta es la historia: conoces a alguien que parece encantador, y te tomas el tiempo para tratar de conocerlo. Lo encuentras absolutamente atractivo y juntos deciden tomarse las cosas con calma.
No hay presión por ponerle nombre a aquello en que están, pero te gusta el punto en el que están porque te sientes bien.
Has estado hablando con esa persona durante meses, pero repentinamente las cosas cambian entre los dos y dejas de escuchar noticias suyas. Se ha acabado antes que puedas preguntar el porqué.
Más que sentir que han terminado en un mutuo entendimiento, sientes que han roto. En realidad nunca hubo un título oficial o un reconocimiento de la relación, y eso provoca que te sientas raro acerca de cómo te estás sintiendo.
Así es como me sentí cuando experimenté esas mismas emociones hace algunos años, y admito que estaba devastada. No era que la persona de la cual no escuchaba noticias me hiciera sentir mal, sino que ocurrió sin previo aviso. Y el sorprendente cambio se transformó en mi repentina realidad.
Finalmente me di cuenta de que, en primer lugar, él no era un buen tipo, y que era yo la que quedaba emocionalmente herida. No podía quitarme de encima el sentimiento de estar atravesando por una ruptura con un tipo que nunca fue realmente mío.
Quizás me sentí así por los recuerdos que creamos, las conversaciones que tuvimos, cómo nos sentimos con respecto a nosotros, o las promesas que él me hizo. Quizás fui ingenua al creer que por estar con alguien sin compromiso, las cosas serían menos complicadas y estresantes para mí.
Sin embargo, ese no fue el caso. Estuve enojada, confundida y herida, todo al mismo tiempo. Para mí, la conexión que tenía con mi “amigo especial” era real en su momento, pero al estar de acuerdo en evitar estar oficialmente juntos, fue el precio que tuve que pagar por la falta de compromiso de ambos.
Hoy, el mundo de las citas está fuera de control, ya que varios de mis amigos están pasando por situaciones similares. Recientemente un buen amigo mío me expresó su tristeza porque su “amiga especial” había desaparecido sin explicaciones.
Mientras lo escuchaba expresando lo herido y confundido que se sentía acerca de la chicaque técnicamente no era su novia, sólo pensaba que así había sido para mí.
Mientras lo veo pasar por el mismo proceso de dolor, como si pasara por una ruptura real, me pregunto: ¿Nos programamos y nos dirigimos hacia situaciones que nos causan más daño emocional que bienestar?
Aunque una pareja pueda no ser oficialmente tal, dependiendo de las circunstancias, no significa que la relación no exista o que no existió. Los títulos son importantes, porque sólo en la medida de si están en su lugar o no, tendrán una verdadera influencia sobre cómo clasificas a un ex.