Deja esos M&Ms de lado: Tu hábito de comer comida chatarra no sólo te hace engordar, también te vuelve aburrido.
De acuerdo a un nuevo estudio en la revista Frontiers in Psychology, perdemos nuestro deseo natural por distintos tipos de comida cuando comemos de forma poco saludable de forma regular.
¿Cómo?: Nuestros cerebros estás programados para buscar la variedad nutricional para que no consumamos mucho de una sola cosa. Pero atracar con comidas muy procesadas y ricas en calorías hace tropezar esa programación, y limita de forma significativa los tipos de comida que consumimos.
Tu cerebro en una dieta de donas: Todos nos excedemos de vez en cuando, ya sea con la torta de siete capas de chocolate en el cumpleaños de tu amigo, o la bolsa de papas fritas en el cajón de tu escritorio que te dijiste estaban a punto de vencer. La comida chatarra en sin duda deliciosa. Las empresas que hacen estos productos gastan millones de dólares perfeccionando la cantidad más satisfactoria de crujiente en una papa frita, y la cantidad ideal de cremosidad en una Oreo.
Sin embargo, nuestros cerebros usualmente reconocen cuándo hemos comido de más, para que la próxima vez que un dulce súper abundante aparezca simplemente no nos interese. Sino que busquemos algo diferente, como una manzana crujiente o un plato de cereal.
Pero: Cuando el hábito ocasional de comida chatarra se convierte en una dieta regular, perdemos nuestro apetito por sabores diversos. En vez de buscar un tazón de helado un día y preferir una ensalada fresca el próximo, simplemente queremos helado.
Todo. El. Tiempo.
La investigación: Sería poco ético someter a personas a experimentos que podrían dañar su salud, así que los investigadores basaron sus resultados en los estudios que realizaron con ratones. Los resultados no pueden ser directamente extrapolados a los humanos, pero son útiles para medir lo que está sucediendo.
Los científicos enseñaron a jóvenes roedores macho a asociar diferentes sonidos con la presencia de una bebida endulzada. Un grupo de ratones, que más que nada tuvo una dieta normal y saludable, dejó de responder a las señales de la bebida cuando recientemente se habían excedido comiendo otra cosa de ese sabor.
Pero los ratones que estaban en una dieta de comida chatarra, y comieron cosas como galletas y dumplings durante dos semanas, volvían una y otra vez a la bebida endulzada, sin importar cuánto habían comido de más recientemente.
Por qué importa: Casi el 70% de los americanos tienen sobrepeso; la mayoría de ellos son niños. Peor aún, casi 1 de cada 5 adolescentes en 12 y 19 y niños entre 6 y 11 en los Estados Unidos es obeso. El problema está apabullantemente concentrado entre las personas más pobres, de quienes muchos no tienen acceso a comida saludable y fresca.
Afortunadamente, hay una forma conveniente de evitar esto: Apégate a una dieta diversa.
Incluso si no tienes acceso a acelga fresca del mercado, puedes comer una variedad de comida todos los días. Picotea tus antojos cuando quieras pero detente cuando estés satisfecho. Mezcla lo que consumes – picotea distintos tipos de comida, desde nueces a frutas y vegetales, y convierte la hora de la comida una oportunidad para intentar nuevas recetas. Pollo asado un día, pescado a la parrilla el próximo.
Tu cuerpo te lo agradecerá.