Esto es el cáncer pediátrico

Este artículo fue originalmente escrito por Kathy Glow en Huffingtonpost.

Espero que sepas que septiembre fue el mes del Cáncer en Niños. Quizás lo sabes, pero no quieres pensar nada al respecto. Ver fotografías de niños sin pelo, con ojos hundidos, en sillas de ruedas o hinchados debido a las dosis diarias de esteroides es demasiado para ti. Piensas: “Gracias a Dios que este no es mi hijo, o, por favor Dios, no dejes que ese sea mi hijo”.

Bueno, para algunos de nosotros, ese sí es nuestro hijo. Según CureSearch.org, más de 40.000 niños están siendo tratados por cáncer cada año. De hecho, el cáncer es la causa número de uno de muerte en niños en edades de 1 a 19 años. Puede afectar a cualquier niño en cualquier momento.

Incluso al tuyo.

Así es como se veía el cáncer en mi familia:

Joey era un niño vibrante, inteligente, divertido y curioso a quien le encantaba dar abrazos, reír y divertirse.

Pero justo después de cumplir los 5 años, comenzó a tener dolores de cabezas acompañados por vómitos diariamente. Perdió mucho peso.

Después de que un scanner revelara que había una masa en su cerebro, pasó dos semanas en el hospital con drenaje en uno de los lados de su cabeza. Había pasado por dos cirugías que habían determinado que el tumor en su cerebro no era operable. Un doctor nos dijo que nuestro hijo moriría. Nos pidió firmar el formulario de No-Resucitar para nuestro pequeño de 5 años. Lo hicimos.

A pesar del diagnóstico, no podíamos hacer nada. Era nuestro hijo. Comenzó un programa de 6 semanas de radiación. Cuando tocó la campana que anunciaba el fin del tratamiento, celebramos con una fiesta. ¿Cuál fue la última fiesta que le hiciste a tu hijo?

También comenzó a tomar esteroides para ayudarlo con la hinchazón y los vómitos. Había pasado de vomitar cinco veces al día a sólo una vez al día, pero también comenzó a subir de peso rápidamente. Un bowl amarillo para vomitar era su acompañante de siempre.

Mientras otros padres se preocupan de si es que su hijo tenían la mochila correcta de Spiderman para ir al colegio, nosotros nos sentíamos aliviados de que Joey hubiese sobrevivido el verano y que pudiese empezar el colegio con su hermano gemelo. La orden de No-Resucitar seguía en mi escritorio, sin usar.

Pasó gran parte del colegio durmiendo en la oficina de la enfermera, y en vez de aprender a leer, aprendió otras cosas. Y teníamos que aceptar eso.

Así es como las familias de los niños con cáncer van a Disney World. No es divertido tener el mejor asiento para ver el desfile o estar de los primeros sólo porque tu hijo tiene cáncer. De hecho, preferiría esperar una hora de pie si pudiese hacer que mi hijo estuviese sano otra vez.

Joey se perdió el día de acción de gracias porque estaba en el hospital. Tenía una gripe estomacal, pero en los niños que hacen quimioterapia esto es algo mucho más serio debido a su sistema inmune debilitado.

Nuestra última memoria navideña de Joey sería una hermosa visión a su personalidad real. Cantó “Jingle Bells” para toda la familia. A pesar de que para Navidad le regalamos todo lo que había pedido, no jugó con nada. El tumor cerebral hizo que perdiese interés por actividades que antes amaba.

Al llegar la primavera, era raro que sonriera. Y en el último intento de vacaciones familiares que tuvimos, Joey estuvo sentado la mayor parte de nuestro viaje a Florida, demasiado hinchado, cansado y sin interés de realizar actividades.

Cuando llegó mayo, todos los días oraba para que Joey no muriera el día de la madre o en mi cumpleaños.

Esta fotografía fue tomada sólo un par de días antes de su muerte en junio. Me duele mirarla. ¿Te duele a ti también? Bien.

Cinco días luego de que nuestro hijo muriese en nuestros brazos, así es como mi marido y yo pasamos nuestro noveno aniversario de matrimonio.

… y aquí es donde visito a mi hijo ahora.

Así es como se verán mis fotos familiares de aquí en adelante.

Estos son los hermanos que crecerán sin su gemelo y su mejor amigo.

Y este es el niño que nunca conocerá a su hermano mayor que murió antes de que él naciera.

Si te incomoda, como debería de ser, mira. Piensa. Investiga. Dona si es que puedes. Habla del tema. Comparte.

No quiero que ningún otro padre experimente en primera persona como es el cáncer pediátrico.

Le dedico este post a otra madre que lucha contra el cáncer, Mindy, quien me inspiró a escribir. He estado pensando en ti y en Brinkley durante todo el mes.

 Original.