Estar embarazada no es una invitación para que comentes sobre mi cuerpo

La semana pasada lloré casi todos los días debido a los comentarios que recibía por mi panza de embarazada. Debido a que soy pequeña (1.50 m) y que este es mi tercer embarazo, se me notó mucho antes que con mis otros dos hijos. Llegando a casi los seis meses, mi panza está muy grande. Durante este embarazo he tenido una imágen positiva de mi misma, pero últimamente esa seguridad se ha visto quebrada.

¿Por qué?

Por que casi todos los días de la semana pasada había alguien preguntándome cuándo era el parto. Cuando respondía que era en tres meses más, usualmente recibía un “WOW” implicando un ‘wow, que grande’ y ‘wow, falta mucho ¿cómo lo harás?’.

Siempre se referían al tamaño de mi panza, siempre.

Respondía con una risa desanimada y un ‘sí, creo que mi cuerpo sabrá que hacer en esta ocasión’ o ‘es lo malo de ser pequeña, no tengo mucho espacio donde el bebé pueda estar’. Por dentro me sentía avergonzada. Y quería llorar.

Después de que dos personas comentaran sobre mi panza antes de las 9 de la mañana, llamé a mi amiga Sara mientras iba al trabajo. Sara es una mamá pequeña, como yo, que tiene 4 hijos. Sabía que me entendería. Así fue y me recordó que debía recordar que mi cuerpo estaba haciendo lo que tenía que hacer: crecer para acomodar de mejor forma a la hermosa y pequeña vida que se desarrollaba en mi vientre.

No estoy segura de por qué hay personas que creen que el embarazo es una invitación como para comentar sobre las tallas o tamaños de una mujer.Después de tres embarazos puedo asegurar qué es lo que pasa.

La semana pasada le comenté a mi esposo, Matthew, cómo me hacían sentir estos comentarios. Me abrazó, me dijo que era hermosa y luego escribió lo siguiente en Facebook:

Amigos, sólo porque una mujer esté embarazada no nos da permiso para hablar sobre su peso, sorprendernos del tamaño de su panza o tocarla como si fuera Buda. Sólo porque una mujer esté embarazada no significa que tus ‘ohh’ y ‘wow’ y ‘ahh’ no sean ‘personales’: el embarazo siempre es algo personal. Quizás dentro de nuestro círculo cercano estas conversaciones sean aceptables. Pero eso lo deben decidir quienes están embarazadas y no el resto.

La publicación generó cientos de ‘me gusta’ y una docena de comentarios de hombres y mujeres con visiones similares. Me hizo sentir mejor saber que no estaba sola en aquello de sentir vergüenza y frustración. También demostró que aunque esto ha sido dicho antes, necesita ser comentado otra vez.

El embarazo es un milagro increíble que debe ser celebrado. Los cambios a través de los cuales pasa el cuerpo de una mujer son intensos tanto física como emocionalmente. Durante el embarazo, y en los meses siguientes, las madres deberían de ser tratadas con compasión, algo que debe notarse tanto en las acciones como en las palabras. El embarazo no es una invitación para comentar sobre el tamaño o la talla de una mujer.

Si sabes que hay una mujer que está embarazada y quieres comentar sobre su estado, pregúntale o di cosas lindas sobre el bebé. Sé tierno y di cosas tales como:

No digas cosas como:

Algunos pueden decir que preguntar sobre fechas de parto o comentar sobre la panza de una mujer no son acciones que sean hirientes a propósito, pero ese no es el punto. Lo que importa es como le hagan sentir a ella esos comentarios.

Original.