Antes de tener hijos solía ir a la peluquería. Eso se conocía como un “corte de cabello”.
Ahora que soy madre, sigo yendo a la peluquería, pero esto se considera como “tiempo para mí”. Básicamente se trata de lo mismo, pero ahora se supone que el acto de cortar mi cabello es algún tipo de recompensa, o algo que debería hacerme sentir bien.
Bueno, lo siento, pero ir a un salón de belleza y mirarme el rostro por casi 45 miserables minutos mientras intento verme presentable, no es mi idea de “recompensa”.
Por otro lado, darme un baño tampoco es “tiempo para mí”, sin importar cuántas velas encienda ni cuántas burbujas hayan. Un baño es sólo una forma de limpiarme. Además, mientras estoy en el baño, los niños corren sin parar haciendo ruido y desordenando. Así que nunca me puedo relajar demasiado.
En la misma línea, leer una revista y beber café por las mañanas sin duda no se trata de un momento “para mí”. Ingerir cafeína, mientras averiguo lo que el trasero de Kim Kardashian ha hecho últimamente, es simplemente la manera correcta de comenzar el día. Ah, ¿y cuando estoy en el baño y cierro la puerta? Definitivamente eso no se trata de “tiempo para mí”.
En lo que a mí respecta, el “tiempo para mi” es una estupidez y una enorme mentira. Dejemos de fingir que el mantenimiento personal básico es algo especial. Estoy en el baño, no en un retiro de yoga.
Una reciente encuesta afirma que las madres primerizas tienen en promedio sólo 17 minutos de “Tiempo para ellas” en un día.
El “tiempo para mi” no es para las mamás y estoy hablando desde mi experiencia personal. Como madre, la última persona con la que quiero pasar 17 minutos es conmigo misma. Mi vida es aburrida y no necesito tiempo para reflexionar sobre eso.
Cuando eres joven y no tienes ningún tipo de ataduras, todo tu tiempo es “tiempo para ti”. Así es como funciona la vida. Todo se trata de ti,
Una vez que eres madre, alguien hace todas esas cosas estúpidas, mientras tú eres la encargada de tomar las decisiones sensatas y de preocuparse por el desarrollo del habla o de la varicela.
Por lo tanto, en lo que a mí respecta como mamá, puedes tirar esa basura de “tiempo para mi” en el mismo lugar donde tiro las obras de artes de mis hijos: en el basurero.