Algunas personas piensan que “estar solo” es algo malo.
Sin embargo, existen muchos beneficios que surgen una vez que aprendes a aceptar la soledad.
No estoy diciendo que te transformes en Tom Hanks en el Náufrago, ya que nadie puede discutir contra los beneficios y alegrías que hay al tener una relación gratificante con otras personas. Lo que sí estoy diciendo, es que una vez que aprendes a disfrutar estar solo, vas a crecer como persona.
A continuación hay diez cosas increíbles que te pasarán una vez que comiences a divertirte estando solo:
1. Recuperarás tu energía
A menudo cuando estamos rodeados de personas gastamos mucha energía. Tratamos de mantener al resto feliz, de hacerlos reír, apaciguar sus egos, leer sus emociones y todas esas otras cosas de rigor que vienen con cualquier interacción. Un poco de tiempo en solitario permite que te recargues, por lo que es bueno tomar un descanso, tanto emocional como mental, de la interacción constante.
2. Vas a reflexionar más seguido
Tu vida siempre se mueve a un ritmo increíblemente rápido. Tan rápido de hecho, que probablemente sea raro que tengas un momento para sentarte y reflexionar sobre tu vida. Estar solo te da la oportunidad perfecta para realizar un poco de auto reflexión.
3. Te conectarás con tus propias emociones
Cuando comiences a disfrutar estar solo, ganarás una mayor perspectiva sobre tus propias emociones. Crearás un entendimiento más profundo acerca de lo que te hace feliz, lo que te molesta y lo que te entristece.
Con ese conocimiento es más fácil regular tus emociones. Pero todo comienza con el entendimiento sobre cómo te sientes, y eso sólo llega con un poco de soledad.
4. Comenzarás a hacer cosas que de verdad disfrutas
Cuando estás permanentemente acompañado por otras personas, siempre estás cediendo para encontrar soluciones que el grupo completo pueda disfrutar. Y desafortunadamente, las cosas que más quieres, podrían no siempre estar dentro de lo que el grupo quiere.
Así que es fácil divertirse estando sólo, una vez que te das cuenta que al hacerlo, tienes más libertad para realizar las cosas que realmente quieres hacer.
5. Te volverás más productivo
Estar en compañía de otros puede ser entretenido, pero también puede afectar seriamente tu productividad. Hay momentos en que la compañía de otras personas resulta ser nada más que una distracción que impide que hagas tu trabajo.
6. Vas a disfrutar de tus relaciones aún más
Cuando pasas tiempo solo de forma constante, y eventualmente comienzas a disfrutarlo, echas de menos a tus amigos. Por ello, cuando estés con ellos te darás cuenta de que también disfrutas de esas relaciones incluso más.
Esto se debe a que el tiempo que pasas solo te da a una mayor apreciación de ti mismo. Pero también te permite apreciar todas las cosas geniales que hay en las relaciones con otras personas, muchas de las cuales no podías percibir antes.
7. Te sentirás más independiente
Una vez que empieces a considerar que estar solo es agradable, vas a sentir más confianza en tu habilidad de estar sin nadie. Y eso naturalmente lleva a que te sientas más independiente.
Ya no vas a experimentar más la ansiedad o ese deseo ardiente de compañía, una vez que aprendas lo encantador que es estar solo.
8. Vas a descansar de intentar hacer feliz a los demás constantemente
La vida está llena de relaciones, y la mayoría de ellas sólo dura cuando ambas personas están felices. Y eso se puede volver un trabajo desgastante dependiendo de con quien estás. Ahora, esto no se aplica sólo a las relaciones personales, sino a todo tipo de relaciones.
Una vez que estás solo, la única felicidad por la que te tienes que preocupar es por la tuya.
9. No tendrás que disculparte por nada
Cuando comienzas a disfrutar de estar solo, muy rápidamente verás que la soledad significa que no tienes que disculparte por lo que has hecho. Muy a menudo, hacemos cosas que terminan enojando a otras personas o hiriendo los sentimientos de alguien más y luego tenemos que disculparnos rápidamente por eso.
10. Dejarás de buscar la aprobación
Muy seguido, sentimos la necesidad de que nuestros amigos y familia nos den el visto bueno antes de hacer algo. Constantemente buscamos el consejo de otras personas acerca de lo que deberíamos hacer.
Por supuesto, hay algunas veces en las que no sólo es perfectamente aceptable pedir un consejo, sino que es necesario también. Pero por otro lado, hay veces en las que somos perfectamente capaces de actuar por nuestra cuenta, y no necesitamos buscar a los demás para que nos den las respuestas.