Por Candela Duato
26 octubre, 2014

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Charlotte ha escrito para The Huffington Post del Reino Unido desde el 2013 y lamentablemente falleció el pasado mes deseptiembre de cáncer intestinal. Ella escribió este mensaje final, el cual deseaba compartir con todos sus lectores:

Siempre he sido una buena planificadora. Me gustan las listas, hacer notas de tareas y objetivos. También soy muy buena para comenzar cosas, pero sinceramente, me aburro fácilmente. Pierdo el interés una vez que se pasa el entusiasmo inicial.

Sin embargo, no he tenido el lujo de aburrirme del cáncer. No es algo a lo que pueda renunciar si ese día no tengo ganas de estar enferma. No hay un interruptor que me permita desactivarlo un día y encenderlo otro. Por lo menos no para mí. Desde mi primer día como un paciente de cáncer, he asistido a todos los exámenes, me he realizado todos los análisis y nunca me he perdido una cita con el doctor. Además, he probado todos los tratamientos que se ofrecen actualmente, como los tratamientos médicos estándar, comer queso cottage hervido, acupuntura e ingerir el jugo de repollo. El cáncer se ha convertido en nuestra vida. Los días de fiesta, los cortes de cabello y las lecciones de helicópteros. Todo ha sido programado en torno a los fines de semanas buenos o malos de quimioterapia. Mis hijos sin apenas darse cuenta debido a su inocencia, han tenido una infancia afectada por las necesidades del cáncer. Esto es lo único que han conocido y, espero, que crezcan bastante bien, como preciosos niños llenos de amor.

La inocencia que hemos protegido ha tenido que ser revelada hoy. Después de mi cumpleaños, me empecé a sentir ‘mal’. Fuimos directos al hospital, donde se llevó a cabo la ronda habitual de exámenes. Por desgracia, los resultados fueron devastadores. Ya no estábamos hablando de un plan de acción mes a mes con una pausa entre medio. Me dieron días, o tal vez un par de semanas de vida. No se esperaba que pudiera salir del hospital, pero de alguna manera, me las arreglé para poder volver a casa y pasar el poco tiempo que me queda, con mis queridos hijos y mi marido.

Mientras escribo esto, estoy sentada en el sofá, relativamente libre de dolor y ocupada trabajando en mis pequeños proyectos. Organizando mi funeral y vendiendo mi auto. Me despierto cada mañana agradecida de poder abrazar y besar a mis bebés.

Sin embargo, cuando lean esto, ya no voy a estar aquí. Mi esposo estará tratando de seguir adelante,  un día más, sabiendo que ya no me despierto a su lado. Él tendrá el lujo de verme sólo en sus sueños, pero cuando salga el sol de la mañana, la cama estará dolorosamente vacía. Sacará dos tazas del armario, pero se dará cuenta que sólo hay que preparar un café. Lucy va a necesitar que alguien la ayude a alcanzar su tiara, pero no habrá nadie para trenzar su cabello. Danny habrá perdido a uno de sus policías de Lego, pero nadie va a saber exactamente cuál o dónde buscar. Ustedes van a buscar la última actualización de mi blog, pero no habrá ninguna publicación más. Este es el capítulo final.

Y así es como dejo un enorme agujero injusto, cruel y sin sentido. No sólo en mi hogar, sino que en todos los hogares, pensamientos y recuerdos de mis otros seres queridos, amigos y familia. Por todo eso, les pido perdón. Me encantaría estar todavía con ustedes, riendo y comiendo mi última receta inventada, hablando tonterías típicas mías. Tengo tanta vida que todavía quiero vivir, pero sé que no podré hacerlo. Quiero estar ahí para mis amigos a medida que ellos avancen con sus vidas, quiero ver a mis hijos crecer y envejecer junto a mi esposo. A mí se me han negado todas estas cosas.

Pero a ustedes no. Así que en mi ausencia, por favor, por favor disfruten de la vida. Tómenla con las manos, sacúdanla y crean en cada segundo de ella. Adoren a sus hijos. Ustedes no tienen ni idea de lo bendecidos que son por tener la oportunidad de gritarles por la mañana para que se apuren y se limpien los dientes.

Abracen a su amado y si él o ella no los puede abrazar de vuelta, encuentren a alguien que sí lo haga. Todos tienen derecho a amar y ser amados. No se conformen con menos. Encuentren un trabajo que les guste, pero no se conviertan en su esclavo. Ustedes no escribirán “’ojalá hubiera trabajado más “en sus lápidas. Bailen, rían y coman con sus amigos. Es cierto, las amistades fuertes y honestas son una absoluta bendición y una opción que podemos  elegir. Rodéense de cosas bellas. La vida tiene un montón de tristeza gris, así que busquen ese arco iris y enmárquenlo. Hay belleza en todo, a veces sólo tienen que mirar un poco más de cerca para verla.

Bueno, eso es todo lo que les quería decir. Muchas gracias por el amor y la bondad que me han demostrado en los últimos 36 años. Desde esas chicas malas en la escuela que me empujaron cuando tenía seis años, hasta todos ustedes, que de alguna manera me han ayudado a convertirme en la persona que soy hoy.

Por favor, cuando cierren sus cortinas esta noche, miren afuera hacia una estrella, porque seré yo, mirando hacia abajo, mientras me tomo una piña colada y disfruto de una caja de chocolates (muy caros.)

Buenas noches, adiós y que Dios los bendiga.

Charley xx

Original.