Puedes defender tu causa hasta que se acabe tu respiración, pero hay que admitir que hay algunas cosas que las personas que toman café hacen mejor que cualquier otra persona en la faz de la tierra.
Los bebedores de café no son tímidos; no son el tipo de personas que se echarían atrás en una pelea. Ellos son los intelectuales, los pensadores, y los soñadores. Los bebedores de café son los que hacen, los que mueven, y los que agitan.
Los bebedores de café ponen sus narices en el suelo y trabajan sin cesar. No dejan todo tirado al medio tiempo, no piden un descanso para tomar agua. No inventan excusas. Trabajan – y lo hacen bien, tanto dentro como fuera de la oficina.
Aceptémoslo de una vez. Los bebedores de café lo hacen todo más grande y mejor que cualquiera– que todos.
1. Intimidación
¿Quieres intimidar a alguien tanto que quiera morir? Simplemente aparécete con un café en la mano. El café te hace ver serio, te hace ver – y saber- bien. Las personas no saben quién eres, pero saben que eres alguien que sabe a dónde va. Tienes un plan. Tienes una meta. De hecho, probablemente tienes muchas metas y las vas cumpliendo una a una.
Los bebedores de café no solo tienen sed de un trago recién servido. Tienen hambre de poder. Y se dirigen directos a atravesar el techo de vidrio.
2. Entrevistas
Hay algo acerca del sabor del café, refrescante y rejuvenecedor, que calma tus nervios como nada lo hace antes de una gran entrevista. Ya sea el trabajo de tus sueños, el trabajo que pagará tus cuentas, o ese tercer trabajo freelance que esperas conseguir para llegar a fin de mes, nada mejor que una taza de café para darte el impulso que necesitas –o calmar tus nervios– antes de esa gran entrevista.
3. Las mañanas
¿Alguna vez has conocido a un bebedor de café que no fuera absolutamente fantástico en la mañana? No lo creo. Quienes toman café pueden no amar las mañanas, pero saben cómo atacarlas con energía y sacar toda la leche posible de ello (Sí, el chiste involucra la idea de café y leche.)
Quienes toman café se levantan y una vez que esa primera gota de tostado oscuro premium toca sus labios. Hacen lo que deben hacer. Ya sea una reunión con cada uno de los empleados por separado, una conferencia de desarrollo de negocios o una actualización de estado con el jefe. Los bebedores de café llegan listos para la acción.
4. Salud
En el caso de que hayas estado viviendo bajo una roca por los últimos 21 años de tu vida, déjame aclararte algo: el café es bueno para tu salud. Y la ciencia está de acuerdo.
Es más probable que los amantes del café vivan por más tiempo y sean mejores atletas (tanto en el campo de juego como en el gimnasio). Es más probable que les cueste menos perder peso y que no tengan problemas de memoria (el café ayuda a prevenir diabetes tipo 2, y las enfermedades de Alzheimer y Parkinson).
¿Lo mejor de todo? El café te hace ser el más inteligente de la habitación.
5. Aventuras
Los que toman café saben cómo sacarle el provecho a todas las situaciones. No rechazan oportunidades. Los bebedores de café son experimentales y aventureros. Somos versátiles y no nos da miedo hacer locuras.
Los bebedores de café no temen salir de su zona de comfort para darse un gusto.
6. Conversaciones de oficina
Sin ofender a quienes toman té, pero ¿cada cuanto creas poesía cuando esperas a tu té de manzanilla? Responderemos eso por ti: no muy seguido. Siempre sucede algo cuando tú y tu colega van a servirse otra taza: un interés común por el café es sinónimo de un lazo instantáneo. Es sagrado. Especial.
Inténtalo todas las veces que quieras, pero ninguna cantidad de té verde lograra el mismo resultado.
7. Primeras citas
Llevar a alguien a quien acabas de conocer a cenar es una situación aterrorizante. Estas nervioso, inseguro de ti mismo, de qué decir, que usar, que pedir. No tienes seguridad de nada. Bueno, esto no les pasa a los que toman café.
Ellos son seguros de sí mismos y están listos para lo que se les venga encima. Los que beben café son naturalmente inteligentes. Soportan los golpes de la vida. Son rápidos sobre sus pies y están siempre listos para hacer las cosas más interesantes.