Por Candela Duato
7 noviembre, 2014

dfsddsfsdfasdvsd

Procede con cuidado o podrías ponerte en peligro de que te rompan el corazón.

Es uno de los clichés más grandes de todos los tiempos: “quiero que sigamos siendo amigos”.

¿Pero funciona esta fantasía? ¿ Es inteligente tratar de lograrla? ¿Puedes realmente ser amigo de alguien con quien saliste? ¿Incluso si él o ella te conoce mejor que nadie más?

thumbnail

La respuesta, muchas veces, es no. A veces, por supuesto, puede ocurrir… con el tiempo. Pero se deben cumplir ciertas condiciones. Aquí hay cinco signos que demuestran que “seguir siendo amigos” puede no ser tu mejor opción:

1. Uno de ustedes realmente es sincero con la cosa de la amistad, mientras que el otro solo lo está usando como un cliché para terminar y no siente interés real por ser amigos

Cuando éste sea el caso, el dolor de la ruptura se extiende hasta el cansancio mientras te convences a ti mismo de que él o ella realmente quiere ser tu amigo. Este empuja-y-tira es usualmente peor que la ruptura en sí, y puede alargarse semanas o incluso meses. Sólo di que no.graduate


2. Nunca tuvieron una base para la amistad

Las relaciones amorosas que se extinguen porque apenas tenían algo más que atracción en común, o porque nunca fueron capaces de comunicarse abiertamente sin gritarse el uno al otro, no son propensas a convertirse en una maravillosa amistad después de sacar el factor del sexo. No te engañes: ¿había una amistad real ahí que valga la pena rescatar? ¿Buscar una amistad que se mezcle con la cama, pero sin ningún compromiso? Avísame si eso te funciona bien. Serías el primero.


3. Hay una ausencia de respeto mutuo

Quizás tu amistad nunca fue particularmente respetuosa. O quizás durante la decimoséptima pelea a gritos el respeto que alguna vez disfrutaron se desintegró. En cualquier caso, ¿cómo reconstruirías mágicamente, o incluso fingirías, el respeto durante una amistad platónica? ¿Y por qué querrías hacerlo?

tumblr_mywhwyWaAj1qb47plo1_500


4. Uno de ustedes -o ambos- se sentiría extremadamente celoso o posesivo si la otra persona empezara a salir con alguien más

Esta es la realidad de porqué las amistades sanas después de un rompimiento son generalmente difíciles de crear. Al menos por un par de meses. ¿Estarías honestamente bien con que el tipo que solías pensar era “el indicado” hablara emocionadamente sobre su nueva vecina? ¿Por qué hacerte pasar por eso? Y por otro lado, ¿qué tan cómodo te sentirías si fueras tú el que tendría que esconder una nueva relación que empieza a ponerse seria? Quizás, con el tiempo podría pasar, pero no de inmediato.


5. No le has dado aún el tiempo y el espacio necesario a tu relación para que muera

Incluso si tienes un sentimiento que te dice que deberían ser amigos de toda la vida –quizás empezaron así, y ahora terminaron su romance porque sabían que como amigos funcionaban mucho mejor– aún necesitas un poco de tiempo y espacio para volver a estar completo.

Todas las variadas emociones que están pasando por tu cuerpo las primeras semanas no construyen la plataforma más estable para armar una amistad. Tienes que volver a quien eras como individuo, más que la mitad de una pareja.

 Original.

Te puede interesar