Por Candela Duato
11 octubre, 2014

Es una triste realidad. Nuestra cultura nos provee de muy poca información paraa navegar en el complicado mundo de las relaciones. Nadie sabe lo que está  haciendo. Si tienes suerte, creciste siendo testigo del positivo modelo a seguir del matrimonio de tus padres, pero eso es inusual. Si eres como la mayoría, estás sólo en el viaje.

Estos son los errores que algunas veces terminan con las relaciones:

1. Creer que tu vitalidad es responsabilidad de tu pareja

Nuestra cultura se basa en la fantasía del amor romántico. Parece que una vez que conoces a “la persona” serás sacada de tu miseria y llevada a un estado de felicidad eterna. Partiendo de esa base, es fácil creer que la tarea de tu pareja es hacerte sentir alegre y completa. Mientras una relación sana puede efectivamente traerte alegría, no es tarea de tu pareja llenar tus espacios vacíos. Esa es tu tarea. Sólo tuya. Acepta que el vacío, dolor o aburrimiento son tu responsabilidad.


2. Creer que las relaciones deberían ser fáciles

No es nada fácil estar en una relación íntima de largo plazo. Algunas relaciones son más fáciles que otras y ciertamente habrá tiempos en toda relación en que flotarás en aguas calmas y lo disfrutarás. Inevitablemente las aguas se reavivarán nuevamente y te encontrarás en los rápidos. Si sabes esto, lo encontrarás más fácil de aceptar. Resistirse a los tiempos difíciles y verlos como evidencia de que algo anda mal o de que estás con la persona equivocada sólo aumenta las dificultades. Encuentra la voluntad de ver los desafíos como oportunidades para aprender. Esto te dará la energía y fortaleza que necesitas para seguir avanzando y para hacer crecer la relación hacia el siguiente nivel.


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3. No entender que los secretos son mentiras

La confianza es la base de toda relación. Cuando se quiebra, se necesita tiempo y voluntad por parte de ambos involucrados para reparala. Muy a menudo escucho a la gente decir algo como, “no se lo dije, pero no le mentí tampoco”.  Este dicho es una contradicción, tanto como que las omisiones son mentiras. Si estás cubriendo tus pasos de cualquier forma, es sólo cuestión de tiempo que se revele la verdad y que la confianza de la relación se haya roto.


 4. No entender que la confianza rota puede repararse

En casi toda relación de largo plazo se pierde la confianza en algún momento. Es esencial entender que se puede reparar, siempre y cuando ambas personas quieran hacer el trabajo de auto-crecimiento. De hecho, es en ese momento cuando se siente que la base de tu relación se ha transformado en arena. Es un trabajo doloroso y un tiempo doloroso, y el impulso te llevará a irte, especialmente si crees que la confianza destruida no puede ser reparada. Pero si entiendes que los niveles de confianza crecen y decrecen en el transcurso de una vida, tendrás más posibilidades de encontrar la fuerza para perseverar y para quedarte.


5. No darse tiempo de calidad para la relación

Las relaciones son como cualquier otra entidad viva: requieren que se les dedique tiempo para prosperar. Es fácil permitir que la vida tome el control, especialmente cuando tienes hijos, trabajo y un cuerpo que necesita comida nutritiva y ejercicios. Pero tu relación es un cuerpo también, y si no se riega con tiempo de calidad cada semana, comenzará a marchitarse. Date tiempo cada semana para centrarte en tu relación.

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