Por Candela Duato
3 noviembre, 2014

Me siento un poco tonta al decir esto, pero tu vida nunca será la misma una vez que tengas hijos.

Todo cambia. Tus patrones de sueño, hábitos de alimentación, higiene, pantalones pitillo. Todo es distinto una vez que los niños llegan a tu vida. Y sí, son lindos y divertidos y desafiantes y geniales, pero en serio, tu vida nunca será la misma.

Estaba pensando en los días en los que aún no tenía hijos, días que pensaba que siempre tendría. Se me han ocurrido 5 cosas que DEBES hacer antes de tener hijos o quedarte embarazada. Si estás leyendo esto, es probable que ya tengas hijos, así que sé amable y compártelo con tus amigos que todavía no son padres. Aunque no te tomen en serio, en algún punto de tu vida podrás decir, “Te lo dije”:

1. Quédate despierto hasta tarde

Y quiero decir, muy tarde. Me refiero a quedarse despierto hasta las 3 o las 4 de la mañana. No me importa si tienes que ir a trabajar o si simplemente estás ‘cansado’. No sabrás lo que es estar cansado hasta que tengas un bebé al que le están saliendo los dientes y que no duerme más de 45 minutos seguidos. Cuando tengas hijos, te impresionará lo productivo y coherente que puedes ser durmiendo tan poco. Deja de ser responsable y quédate despierto hasta tarde simplemente porque puedes hacerlo y no porque tu bebé decidió que la 1 am era la hora perfecta para jugar con su cocina de juguete.

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 2. Come todas las comidas calientes que puedas

He estado comiendo comida levemente tibia o helada durante un par de años. Déjame decirte que el pollo y el guiso no son tan ricos una vez que se quedan en el plato esperando por un par de horas. Sí, puedo calentarlo en el microondas, pero no es lo mismo. Extraño comer platos calientes apenas salen del horno. Esa frescura es sólo un sueño hoy en día. También extrañarás las comidas calientes una vez que tengas niños gritando y tirándose su cena los unos a los otros, necesitando un cambio de pañal, que los entretengas o necesitando que hagas cualquier cosa en vez de comerte tu comida caliente. Come todo caliente. Carne, cereal, helado… lo que sea.


3. Mantén tu casa limpia

Sé que hoy en día crees que no tienes tiempo o que esta ‘suficientemente limpia. ’Tus estándares de limpieza cambian drásticamente una vez que tienes niños destruyendo tu casa como invitados que no quieres tener. Solía pasar fin de semanas enteros dejando mi casa totalmente impecable. En la actualidad, la mayoría de las noches miro mi casa toda desordenada, llena de pedazos de confort, utensilios plásticos, migas de pan y huellas grasientas por todos lados  y pienso “Si lo limpio ahora, todo estará igual mañana, así que quizás podría ahorrarme el esfuerzo y dormir dos horas”. Limpia tu casa tan a menudo como puedas y regocíjate en las paredes limpias que no están decoradas con salsa de tomate.

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4. Duerme hasta tarde

Sé que esto suena contrario al número uno, pero es totalmente diferente, lo prometo. Dormir hasta tarde, para mí, significaba dormir hasta las 11 de la mañana. Despertaba poco a poco, me daba vuelta, dormía un par de minutos más, me estiraba lentamente, bostezaba y pensaba “Wow. Me siento tan descansada. Fue genial.” ¿Ahora? Ahora dormir hasta tarde es hasta las 6:30 am si es que tengo suerte y si es que mi hijo está pasando por un período de crecimiento o algo loco. Duerme el día entero sin culpas. Tienes mi permiso de madre.


5. Disfruta del silencio

Sé que vivimos en un tiempo donde tenemos medios de comunicación, música  y ruido en general a toda hora. Apágalo.  Apaga la TV.  Apaga el iPod. Apaga tu teléfono. Siéntate y deja que el único sonido que escuches sea tu respiración. Saboréalo. ¿Escuchas eso? Ese silencio es dulce. No hay gritos de “¡Mío! ¡No!” haciendo eco en tu casa. No hay nada más que tú sentada en tu limpia casa, con una comida caliente a las 2 de la mañana disfrutando de la calma antes de irte a la cama y dormir hasta el medio día.