Por Teresa Donoso
9 septiembre, 2014

Una de mis frases es “¡Cambia tu forma de pensar, cambia tu vida!” Soy de la idea de que nuestros pensamientos y nuestras emociones moldean nuestras experiencias. El problema es que la mayoría de la gente ni siquiera se da cuenta de sus pensamientos negativos. Aquí les presento una lista con los 12 pensamientos tóxicos más comunes que deberíamos eliminar de nuestra mente para tener una vida mejor.

Captura de pantalla 2014-09-08 a la(s) 15.34.35

1. Pensar que eres una víctima.

No eres una víctima. Simplemente deja de culpar a otra gente de tus problemas. Sólo porque no te guste dónde estás, no significa que no puedas asumir la responsabilidad de producir cambios que mejoren tu posición. Deja de lado la idea de ser una víctima porque no te ayuda en nada. En realidad, esa idea se convierte en un obstáculo para lograr el éxito. Date cuenta  de que y solamente tú eres responsable de tu destino.

2. Pensar que puedes cambiar a la gente.

No puedes. Tuve que aprender eso de la manera más difícil. Hubo un momento en mi vida en el que pensaba que podía “motivar” e “inspirar” a la gente para que hiciera lo mejor para ellos mismos. Me llevó un tiempo darme cuenta que los únicos que pueden  hacer cambiar a la gente es la gente misma. Si no quieren cambiar, o no saben cómo, entonces todos tus esfuerzos son en vano. Por lo tanto, no te preocupes por la gente. Si no te gustan  tal cual son, entonces tienen la capacidad de elegir no estar cerca de ellos. Pero no tienes el derecho de cambiarlos.

3. Pensamientos que constantemente se resisten a las cosas tal como son.

Puedes cambiar algunas cosas. En realidad, hay MUCHAS cosas que puedes cambiar. Puedes perder peso. Puedes encontrar un trabajo mejor. Puedes volver a la escuela. Puedes trabajar en tu matrimonio. Pero hay algunas cosas que no puedes cambiar. Esas cosas son simplemente “lo que son”. No puedes cambiar el hecho de que tu jefe sea un tonto. No puedes cambiar el hecho de que tienes que pagar el alquiler o la hipoteca. Pero si puedes dejar de resistirte. Resistirse a lo que no se puede cambiar es nada más que una fuente de frustración y te deprime. Por lo tanto, cambia lo que puedas y acepta lo que no puedes cambiar.

4. Pensar que “la hierba siempre es más verde en otro lugar”.

“Si hubiese sido tan bella como esa chica, hubiese sido feliz”. O “Si fuese tan rico como ese tipo, sería feliz.” Esa clase de pensamientos no son verdad. Sólo porque creas que algo es más fácil para alguien, no significa que sea verdad.  Quizás la chica tan bella provenga de un hogar en el que la maltrataron y no puede ordenar su vida. Y quizás el tipo tan rico pase tanto tiempo en el trabajo que nunca pueda ver a su familia. La hierba no es siempre más verde del otro lado. Aprende a disfrutar la hierba que tienes. Es tu hierba. Ámala.

5. Tener expectativas acerca de otras personas.

Las expectativas pueden ser mortales para la felicidad, aún cuando pienses que tus expectativas están dentro de los límites de lo razonable, como tener un compañero de cuarto o un esposo que haga su parte en las tareas rutinarias de la casa. Sólo porque tú lo esperes, no significa que ocurrirá. Date cuenta que tus expectativas surgen de tus experiencias personales y  de tus preferencias. No son necesariamente la prioridad de otros. Seguramente no te gusta que alguien espere que hagas cosas que no quieres hacer, por lo tanto no impongas a otras personas tus expectativas. Si no te gusta su comportamiento, acéptalo o sigue tu camino.

6. Pensar que tener a tu media naranja completará tu ser.

Si no te sientes una persona completa, tener una pareja no te completará. Además, pondrá mucha presión sobre la otra persona para tratar de “hacerte feliz”. Necesitas  ser feliz por ti mismo sin nadie más. Tener a tu media naranja no te debe hacer sentir más feliz. Solamente tú puedes hacerte feliz.

7. Sentir que siempre tienes que probar que tienes razón.

Siempre me pregunto por qué la gente pelea batallas a muerte para demostrar que tienen razón. ¿Cuál es el objetivo? Creo que es porque no quieren verse débiles. O vulnerables. O estúpidos. Creo que admitir que uno está equivocado es mucho más noble y más maduro. Además cada uno tiene su propia opinión. Por lo tanto… ¿Por qué no tener la propia y dejar que los otros tengan la suya?

8. Preocuparte por lo que otra gente piense.

¿Por qué te preocupas? ¿Crees que te están juzgando? Te voy a decir un pequeño secreto. Nadie te juzga tanto como tú te juzgas a ti mismo. Además el resto de la gente seguramente está muy ocupada juzgándose a sí misma y no tiene tiempo para pensar en ti. Por lo tanto, haz lo que te haga feliz y si otros te juzgan, entonces es su problema. Ignóralos y sé feliz de todas maneras.

9. Pensar que hay solamente una verdad.

Vivimos en un mundo en el que queremos creer que hay una única verdad objetiva. Pero… ¿Adivina qué? La realidad objetiva es solamente una ilusión. No existe. Existen solamente las realidades subjetivas. Lo que una persona cree que es “verdad” seguramente no será verdad para otra. Por ejemplo: ¿Quiénes tienen razón? ¿Los Demócratas o los Republicanos? Bueno, depende de a quién le preguntes… ¿cierto? Todos creen que algo es verdad porque encaja perfectamente en sus vidas y porque esa es la manera en que ven el mundo. Eso es así y punto. Fin de la historia.

10. Preocuparte porque no te sientes preparado para el futuro.

Amo este refrán. “Preocuparse es como orar por algo que uno no quiere”. Y si realmente crees en el poder de la oración, entonces sabes que enviar buenos pensamientos y emociones al Universo/Dios (cualquiera sea tu sistema de creencias) la mayoría de las veces funciona. Debes estar en el aquí y ahora. Es lo único que tienes. Vive en el presente y deja de preocuparte por el futuro porque puedes controlar muy poco de él.

11. Pensar que el dinero es sinónimo de felicidad.

Vivimos en una cultura capitalista que valora el dinero y los logros. Pensamos que la gente que tiene dinero es de alguna manera mejor que los que no lo tienen. Eso no es verdad. Estoy segura que hay en el mundo una gran cantidad de monjes muy felices y que probablemente  no tienen ni un centavo a su nombre.  O alguien que trabaja en McDonald’s podría ser realmente feliz mientras un multimillonario no lo es. Caer en la trampa de pensar que si fueses rico serías más feliz es una tontería. El dinero es interesante, pero no te hace feliz. Solamente tú puedes hacerte feliz.

12. Creer que tu pasado determina tu futuro.

Solamente porque provengas de una familia pobre, o hayas cometido algunos errores en el pasado no significa que no puedas tener un futuro mejor. Si te has auto etiquetado como un “fracaso” debido a tu pasado sólo servirá para que continúes creyendo que eres un fracaso en el futuro. Y ya has escuchado mucho sobre las profecías auto cumplidas, sabes que te conviertes en lo que crees que eres. Tal y cómo lo he dicho en las primeas líneas de este artículo: “¡Cambia tu forma de pensar, Cambia tu vida!” Espero que éste artículo te haya hecho pensar mucho acerca de los pensamientos tóxicos que probablemente invadan tu mente cada día. Y asumo que ¡Ni siquiera te habías dado cuenta! Por lo tanto, empieza a prestar atención a lo que piensas, y cuando detectes un pensamiento negativo, ¡ aprieta la tecla “cancelar” y “borrar” lo más rápido que puedas!

Te puede interesar