10 reglas básicas que quiero que me hija sepa

Hace 9 años, el doctor me entregó un pequeño bulto rosado y me dijo: “Es tuya”.

Y si bien no lo dijo en voz alta, estoy segura de que en su interior pensaba “no lo arruines”. Aunque puedo jurar que lo escuché.

Desde el día en que ese bultito descansaba sobre la cicatriz de mi cesárea, la idea de criar una niña confiada, fuerte y valiente nunca ha salido de mi mente.

Últimamente, me he encontrado observando en silencio a la que antes era nuestra pequeña niña y que ahora se ha transformado en una señorita. Y si soy honesta, esta transformación me tiene asustada.

No tengo mucho tiempo, y eso me pone nerviosa.

¿Qué pasa si se me olvida decirle algo?

Hay TANTAS, DEMASIADAS COSAS que necesito que sepa. Por ejemplo:

1. Las chicas NUNCA deberían disculparse por decir NO

Díselo a tus novios, jefes, a las mamás de la asociación de profesores que dan miedo y a la señora insistente de la tienda. Y hazlo,  porque te lo mereces.


2. Puede que lo ames ahora, pero su mamá lo quiso primero. Respeta eso


3. La primera vez que vayas al baño (y no a orinar) después de tener una cesárea, sentirás que viste a Dios, todos sus ángeles y hasta las puertas del cielo.


4. Saber cómo cocinar te ahorrará mucho dinero cuando tengas tu primera casa


5. Las chicas siempre se merecen un orgasmo.

Todas las veces. No se trata sólo de él. Si la persona con la que estás piensa diferente, vístete y vuelve a tu casa.


6.No hay nada que haga ver a una mujer más en control de sí misma que un vestido de buen corte, tacones y labial rojo.

Hazlo,  incluso si crees que tus caderas son muy grandes.


7. El hombre con el que te cases siempre estará a tu lado, no al frente tuyo


8. Habrá mujeres que te juzgarán, desafiarán e intentarán tirarte para abajo. Ignóralas. Sonríeles. Compadécete


9. La vida es demasiado corta para cortes de pelo baratos y endebles rasuradoras rosadas. Paga extra por ambas cosas


10. Si estás pasando por eso, lo más probable es que tu mamá también lo vivió. Pídele un consejo.

Esta lista es sólo la punta del iceberg. Ni siquiera llegué a los méritos de ver Netflix compulsivamente después de una semana de trabajo estresante, la necesidad de tener chocolate o el hecho de que sus piernas no siempre se verán como cuando tenía 16. Hay tantas cosas que quiero decirle, cosas que no quiero olvidar mencionar o comentar. Para que, de alguna forma, le sea más fácil convertirse en la mujer que será. Cuando la miro ahora, sentada a mi lado haciendo su tarea en silencio, me maravillo. Me quedo sin palabras al ver a esta criatura hermosa crecer ante mis ojos.

Original.