Por Teresa Donoso
15 septiembre, 2014

large_9467589782

1. Tu autoestima/confianza en ti mismo

Algunas relaciones sacan a relucir lo mejor de nosotros, otras nos dejan sintiéndonos que no valemos la pena e inseguros de nosotros mismos. Si te das cuenta de que estás lleno de dudas y que eres menos confiado de lo que solías ser al principio de la relación, entonces podría ser el momento de analizar de dónde viene esta disminución en tu auto-confianza.

Una relación saludable debería proveer una base sólida desde donde explorar el mundo y lograr que seas la mejor persona posible. Si tu relación te hace sentir “pequeño” y diluye tus fortalezas, entonces esta es una señal de advertencia a la cual deberías ponerle atención.

2. Tu independencia – personal y financiera.

Estar en una relación puede ser una experiencia amorosa maravillosa. Siempre es importante mantener tu independencia y resistir el impulso de transformase en una entidad muta. Júntate con tus amigos; disfruta de intereses que no incluyan a tu pareja y mantén una cuenta corriente en el banco separada para ti. La independencia es saludable y te hace sentir que estás en una relación porque tú quieres, no porque lo necesitas.

3. Tienes derecho a decidir por ti mismo – libertad de elección.

Nunca renuncies a tus opiniones y tu libertad de elección para mantener a otra persona feliz. Ceder es importante y una situación en la que todos ganen es el resultado ideal, pero ten cuidado con las parejas que intentan controlarte. Ya sea a través de comentarios negativos acerca de la forma en que te vistes, cómo cocinas y/o limpias la casa o los amigos que tienes –elige por ti mismo y no seas manipulado a hacer cosas con las que no estás de acuerdo, sólo para mantener la paz.

4. Tu derecho a ser tú mismo.

Protege tus características fundamentales y los rasgos de tu personalidad, y nunca renuncies a tu “yo esencial.” Todos cambiamos un poco cuando estamos en una relación, pero ten cuidado de hacerlo demasiado, ya que puedes terminar perdiéndote a ti mismo en el proceso. Aquellos que te aman van a adorar la persona que eres realmente y todas tus imperfecciones. Estar tratando de cambiar lo que uno es constantemente va a erosionar tu autoconfianza y tu autoestima, además de que puede ser desmoralizador.

5. Tu felicidad

Hay momentos en los que el miedo a estar solos es mayor que nuestro deseo de felicidad verdadera. Como consecuencia, nos quedamos en una relación que no saca a relucir lo mejor de nosotros. Permanecemos en relaciones sin brillo, porque tememos a lo desconocido y al final nos hacemos un gran daño. Sólo tenemos una vida –intenta no malgastarla en una relación que te haga sentir miserable. Renuncia a una relación que menoscabe tu sentido de la felicidad y realización durante un largo período de tiempo. Si te sientes poco apreciado e infeliz, pregúntate por qué y evalúa si es que la relación en la que estás tiene algo que ver con tu tristeza.

6. Tus sueños y metas.

Nunca renuncies a tus sueños por el bienestar de una relación. Una relación debería ser un trampolín desde el cual puedas perseguir tus sueños, en vez de un lugar en el cual estés atado y desilusionado. Las parejas celosas y/o inseguras tratan de reprimir a una mente creativa y apasionada, e intentan mantener a su talentosa pareja en el lugar donde ellos sienten que lo tienen bajo control. Si esto se parece a tu relación, date cuenta de que no es saludable. Las parejas felices fomentan la aventura y ayudan a las personas a avanzar y progresar, en vez de estancarlas.

7. Relaciones existentes que son importantes para ti.

Los buenos amigos son difíciles de encontrar y si tienes un grupo de amigos maravillosos y leales, nunca los dejes por una relación. Cualquier pareja que espera que renuncies a tus amistades por él o por ella, es egoísta y probablemente controladora. Una relación saludable permite que los amigos y la familia coexistan felizmente. Ve como una señal de advertencia si tu pareja intenta aislarte de tus amigos y familia.

8. Tu amor propio.

En nuestra búsqueda por el amor, algunas veces cruzamos ciertos límites del auto-respeto que normalmente no consideraríamos cruzar. Si es que nos comportamos de formas que sentimos son degradantes o permitimos que nos traten de una forma irrespetuosa, esta es otra señal de que la relación no es buena para ti. Nunca renuncies a tu derecho de ser tratado con respeto y decencia. Si alguien cruza esta línea deberías deshacerte de él o de ella enseguida. Si permites que este trato continúe, se va a volver peor, y terminarás despreciándote a ti mismo por permitirlo.

9. Tu identidad – no te transformes en tu pareja y no te pierdas a ti mismo en el proceso.

Cuando nos sumergimos en una relación, tendemos a seguir los intereses y hábitos de nuestras parejas. No hay nada de malo con este proceso, ya que “reflejar” nos ayuda a crear lazos y a estar en sintonía. El problema ocurre cuando, desde el principio, no tenemos un fuerte sentido de uno mismo y adoptamos demasiadas características de nuestra pareja, en vez de desarrollar nuestra propia identidad. Si nos dejamos influenciar mucho por nuestra pareja, podríamos dejar de tomar decisiones y podríamos desviarnos de nuestro propio camino de auto-descubrimiento.

10. Tu poder de tomar decisiones.

Veo el tomar decisiones como un músculo que se debilita si no lo usamos a menudo. Mientras menos cedamos la toma de decisiones a nuestras parejas, más probable será que tomemos decisiones a futuro y pensemos por nosotros mismos. Esto no significa que cada decisión se tome solo, pero ten cuidado de caer en el hábito de siempre consultar con tu pareja antes de tomar una decisión –especialmente si es algo sin importancia, como la compra de algo pequeño para la casa. Piensa por ti mismo y sigue tomando decisiones, sin importar cuan pequeñas sean. Esto ayuda a mantener tu sentido de individualidad tanto como tu habilidad de pararte sobre tus dos pies.

Las relaciones pueden ser el paraíso, pero también pueden ser el infierno. Evalúa constantemente tu relación y guíate por los puntos anteriores para ver cuán feliz y saludable es tu vida en pareja.

Original