Por Simona Villela
17 febrero, 2015

Algunas personas simplemente tienen una bondad especial, que supera todos los límites.

Tricia Somers fue diagnosticada con una rara forma de cáncer, de muy mal pronóstico. Cuando se recuperaba de un procedimiento en el hospital de Harrisburg, en Pensilvania, conoció a una enfermera que cambiaría su vida. Y decidió pedirle un gran favor. Su ángel de la guarda, como ella la llama, cumplió eso y mucho más:

httpv://youtu.be/4Dl7jrOWEgk

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