Incluso en los tiempos más oscuros de nuestras vida, hay una luz que es compartida por la bondad de los corazones de la gente que nos rodea.
Esta es la historia de Valerie Watts. Ella dio a luz a un bebé muerto. Los días previos a al parto comenzó a ponerse nerviosa porque noto menos y menos movimientos del bebé. Watts había escogido el nombre de Noé, también le compró una cuna, ropa y diversos artículos para bebés.
Cuando nació el bebé, ya estaba sin vida. El cordón umbilical de Noé había pellizcado en el útero.
Los días siguientes a la muerte de su hijo, Watts realizó una venta de garaje que atrajo a un artesano local llamado Gerald Kumpula, esta es su historia…
httpv://youtu.be/kPxMDsmp9hM