Por Francisco Lira
15 abril, 2014

Dos jóvenes deciden hacer reír a personas sin hogar. Para eso, compran comida, ropa y les dan dinero a personas desamparadas. Ningún acto de bondad, por pequeño que sea se desperdicia. Seamos amables con las personas menos afortunadas y robémosles una sonrisa.

httpv://youtu.be/Ufkqkmc-Nsc

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