Su versión de la canción “Precious Lord” revolucionó los Grammys y dejó a más de uno con los pelos de punta.
Más que una presentación de música, lo suyo fue un llamado de atención. Beyoncé cerró los Grammys con una conmovedora interpretación y un gran número de acompañantes, todos ellos de piel oscura. Sus voces no fueron protagonistas, pero ahora su historia sí lo es: la canción que pone en la palestra la vida del negro en América y que emocionó hasta las lágrimas a una desconcertada audiencia:
httpv://youtu.be/3DANvj84VsM