Por Ignacio Rojas
29 noviembre, 2014

En total, los principales multimillonarios del mundo hacen más de $ 5 trillones de dólares al año.

A medida que el mundo se recupera de la crisis financiera de 2009, el número de multimillonarios se ha duplicado. Mientras tanto, 870 millones de personas viven en la pobreza extrema. La vieja expresión “Los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres” sigue siendo cierta.

1

Esa estadística, junto con muchas otras cifras impresionantes, viene de un reciente informe de la organización internacional contra la pobreza, Oxfam, que detalla las diferencias entre los ricos y los pobres. Un muy pequeño grupo de personas; 85 para ser exactos, mantiene la misma cantidad de riqueza como la mitad de la población más pobre del mundo. A partir de marzo de 2013 hasta marzo de 2014, ese grupo de 85 élites se ha vuelto más rico ganando 668.000.000 de dólares cada día.

“En un mundo donde cientos de millones de personas viven sin acceso a agua potable limpia y sin suficiente comida para alimentar a sus familias, una pequeña élite tiene más dinero del que podrían gastar en varias vidas juntas”, dijo Mark Goldring, director ejecutivo de Oxfam.

El mundo tiene 1.646 multimillonarios. En total, sus cantidades de riqueza equivalen a 5,4 trillones de dólares. Para poner esto en perspectiva, la cifra es más del doble del producto interno bruto de Francia del año 2012. Los detalles del informe de Oxfam detallan lo que se podría hacer si a estos multimillonarios se les aumentara un impuesto del 1,5 por ciento. Por ejemplo, ese dinero podría permitir que todos los niños del mundo puedan estudiar o salvar 23 millones de vidas al proporcionar a las personas los medios para invertir en el cuidado de la salud. Oxfam afirma que esta gran disparidad está obstaculizando su capacidad para acabar con la pobreza global.

Esto se debe a que la desigualdad económica conduce a la desigualdad en prácticamente todos los demás aspectos de la vida. Sin estabilidad financiera, la salud, las oportunidades de educación, de ingresos futuros y las oportunidades son limitadas. Se convierte en un problema cíclico, perpetuado generacionalmente. Incluso en los Estados Unidos, donde se enseña que con ambición y ganas se puede salir adelante y ser exitosos gracias a los propios esfuerzos a pesar de haber tenido inicios modestos. Según Oxfam, casi la mitad de los niños con padres de bajos ingresos se convertirán en adultos de bajos ingresos también.

Con el dinero y el clientelismo político viene el poder: como los ricos mantienen altos cargos políticos o apoyan financieramente los de ellos, son capaces de hacer una copia de la legislación para proteger sus intereses. Eso se refiere a lagunas fiscales y cuentas no reguladas.

Oxfam quiere cambiar esto con su campaña de igualdad “Even It Up”.

“La buena noticia es que esta desigualdad creciente no es inevitable. Puede ser resuelta”, dijo Goldring. La organización dedica la mitad de su informe a detallar la manera de ayudar a la gente. Su plan propone una mayor regulación del gobierno, el cierre de la brecha salarial de género, el aumento del salario mínimo, y el cese de roturas masivas de impuestos corporativos.