En pleno siglo 21 siguen existiendo prejuicios sobre la orientación sexual de los demás.
En ocasiones tememos a lo desconocido precisamente porque no nos es familiar y nos suena raro. Pero con un poco de esfuerzo, podemos conseguir derribar muros tan terribles como la homofobia. En esta ocasión, se les pidió a un grupo de personas heterosexuales que se relacionaran con desconocidos, abiertamente declarados como gays. Sus expresiones corporales delatan lo nerviosos y a disgusto que se encuentran, pero a medida que avanzan las conversaciones descubren que no son tan distintos después de todo…
httpv://youtu.be/hl1S_8-cJMA
Y aunque algunos dudaron, todos acabaron abrazando a su interlocutor.