El reciente discurso feminista de Emma Watson en las Naciones Unidas ha recibido mucha atención esta semana, y por una buena razón. La joven actriz habló con elocuencia acerca de la importancia del feminismo y el estigma que todavía rodea esta palabra. También pidió a los hombres a asumir la responsabilidad de las décadas de desigualdad que se han enfrentado las mujeres.
Watson dijo en un salón lleno de delegados y dirigentes: “¿Cómo podemos lograr un cambio en nuestra sociedad cuando los que participan o los que se sienten bienvenidos a participar en las conversaciones son tan sólo la mitad de las personas?. Es hora de que todos veamos el género como un espectro en lugar de dos conjuntos de ideales opuestos.”
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Los hombres de pie apoyando a Emma Watson por la igualdad de género: http://on.elle.com/1xkCBM1 #heforshe
La relevancia de este mensaje feminista se convirtió muy popular después de que se rumoreara que el foro anónimo “4CHAN” podría estar planeando lanzar fotos de la estrella desnuda. Teniendo en cuenta que estos rumores involucraban a una de las celebridades femeninas más reconocidas de todos los tiempos, las acusaciones fueron tomadas muy en serio. Aunque el incidente finalmente resultó ser una broma de marketing muy mal hecha, nos planteamos la siguiente pregunta: ¿Tener fotos desnudas se convierten en la nueva arma de misóginos y de aversión a la mujer en internet?.
Dada la hostilidad que el mundo online trae para las mujeres, la amenaza de fotos de desnudos ya sean reales o falsas se ha vuelto cada vez más común. Le pasó a Jennifer Lawrence y a más de 100 celebridades femeninas a principios de este mes, y le volvió a suceder esta semana a Kim Kardashian. Mucho más seguido le ocurre a las miles de mujeres que son víctimas de la venganza del porno y que muchas veces tienen poco o ningún recurso legal efectivo con el cual poder enfrentar a sus abusadores.
Entonces, ¿cómo se supone que debemos defendernos contra esta inminente amenaza? Nunca compartas fotos íntimas aunque sea por snapchat y ni siquiera lo hagas con alguien que ames y confíes. O tal vez ¿deberíamos decirle a todas las mujeres que nunca deben confiar en nadie, bajo ninguna circunstancia?.
Además de ser poco prácticas e insultantes, estas soluciones a corto plazo sirven principalmente para darle la responsabilidad a las mujeres, a las víctimas. La idea que no andarse tomando fotos íntimas es la única manera de evitar que se hagan públicas, es la misma razón de ser de las campañas contra la violación que están totalmente equivocadas al decir que las mujeres se deben cubrir cuando salen o nunca caminar de noche sin que alguien las acompañe.
Pero este tipo de narraciones que solo culpan a las mismas víctimas no son el caso, el problema aquí no son las fotos desnudas como tal, es la forma en que usamos los cuerpos de las mujeres para humillarlas y debilitarlas como personas.
Dado lo latente que se encuentra la tecnología en nuestra vida diaria, siempre habrán fotos de desnudos, o alguna permutación de ellos. ¿Quién sabe qué serán capaces de grabar y capturar los dispositivos en el futuro? Los avances en las tecnologías portátiles como por ejemplo Google Glass, en teoría, podrían hacer especialmente a las mujeres vulnerables, porque concede a los abusadores la posibilidad de tomarles fotos sin su consentimiento. La amenaza es real, y no es algo que las mujeres puedan controlar.
Incluso cuando no hay ningún usuario de Internet que nos esté amenazando, ni desagradables ex-novios capaces de exponer momentos íntimos a través de sitios porno por venganza, o depredadores sexuales, la amenaza siempre está ahí.
Es por eso que perderse en discusiones sobre lo que las mujeres deben y no deben hacer es contraproducente; no abordará la raíz del problema. Una mujer nunca puede estar “segura” o ser lo suficientemente “responsable” en una sociedad que sistemáticamente trata de exponer o violar su cuerpo. Cuando se le dice a una mujer que su cuerpo es para el consumo público y que no pertenece a ella, nos están enviando a todos el mismo mensaje. Como Amanda Taub señaló en Vox, un asalto a Watson es un ataque para todos nosotros.
Twitter: Amanda Tauba @mandataub
El hecho de que las fotos no se darán a conocer no significa que fuera “sólo una broma” para Watson. Las amenazas siguen causando temor, dolor y daño.
Al igual que otros delitos contra la mujer, los escándalos de fotos de desnudos no son sobre sexo, son sobre poder. Si fueran de sexo, los hombres también se verían amenazados con más frecuencia. ¿Será porque los teléfonos y los computadores de los hombres no son hackeados? Por supuesto que no.
Es porque poner una foto del cuerpo de un hombre desnudo sobre su cabeza no tendría el mismo imponente efecto. La ideología es que, si bien el hombre no tiene nada de qué avergonzarse, una mujer si. También no devaluamos los cuerpos de los hombres de la misma forma en la que lo hacemos con los de las mujeres. Todavía vemos el cuerpo de una mujer o la sexualidad como algo que ella necesita controlar u ocultar. Nuestra sociedad da poder a las fotos desnudas de las mujeres, ya que inherentemente vemos los cuerpos de las mujeres como algo degradante.
Robar y exponer fotos del cuerpo desnudo de alguien más es una forma de violación sexual. Y no se detendrá con que las mujeres sean paranoicas acerca de las cámaras. Al igual como no pararemos los acosos sexuales al decirle a las mujeres que no salgan a la calle, no vamos a dejar que fotos desnudas sean filtradas al hacer que las mujeres le teman a la existencia de sus propios cuerpos.
Las fotos de gente desnuda no van a desaparecer. Pero puede que seamos capaces de limitar el poder sobre su uso, cuando las mujeres dejen de creer que sus cuerpos pueden ser utilizados para castigarlas. Detrás de cada mujer exitosa, hay un cuerpo desnudo, y eso no debería ser algo que temer para ninguna de ellas.
Su discurso
httpv://youtu.be/SAgUHOvx-co