Cuando el mediocampista del AC Milan Kevin-Prince Boateng oye cantos vulgares y racistas de la hinchada, y decide que ya es suficiente.
Muestra el balón a los aficionados racistas, y en un alarde de deportividad que procede a dejar el campo, lo siguen sus compañeros de equipo y para sorpresa de todos el equipo contrario también abandona el campo.
El mensaje a la comunidad, no podo ser más claro: No importa si eres hincha, no vamos a jugar por los racistas.
httpv://youtu.be/nXyqFZ_fghI