El escultor John Lopez se especializa en darle uso y vida a lo desechado, sus esculturas de “chatarra” son realmente un ejemplo de cómo podemos darle nuevos usos a cosas que ya no usamos, sin la necesidad de contaminar y generar más desechos.
Este escultor escultor estadounidense nació en un pequeño rancho de Dakota del Sur. Tras una exitosa carrera en el mundo de la escultura de bronce, y a raíz de la muerte de un familiar, descubrió una nueva manera de dar vida a sus creaciones: la chatarra metálica. John fue el encargado de construir un mausoleo familiar en el rancho de su difunta tía. Ante la falta de materiales y debido a que dicho rancho se encontraba muy lejos de la ciudad más próxima, decidió utilizar restos de chatarra para finalizar su mortuorio proyecto. Así comenzó la pasión de John por la escultura realizada a base de chatarra, dando lugar a toda una serie de esculturas híbridas de animales en las que los objetos cotidianos se mezclan con piezas de fundición de bronce de edición limitada con un resultado simplemente espectacular.